Para Beatriz

Es curioso como muchas veces
nos reúne más el llanto
que la mejor de las alegrías
quizás sea por algo.

Hoy he recordado una vez más
una promesa que te hice
hace muchísimo tiempo;
y era que siempre iba a estar.

Por muy lejos que fuéramos,
por muchos años pasados
o por mucho que cambiáramos
que tu amigo fiel siempre sería.

Muchas veces me faltan las palabras
y siento ser tan solo un guardián del silencio,
pero te prometo que no fallaré
y seguiré contigo hasta el final de los tiempos.

Que siempre tendremos golpes
y puede que lleguemos a caer,
pero tú no temas nunca
que yo siempre te sostendré.

Hoy pongo mi mano en el pecho
y recuerdo tiempos de antaño
y sé que mucho te debo
por eso prometo estar a tu lado.

Porque cambiaste mi vida,
haciéndolo para bien
y por las mil cosas vividas,
por las mil siguientes estaré.

Así que, querida Beatriz,
que me hiciste ser mejor,
recuerda siempre que aquí
tendrás un amigo de corazón.