Océano de dudas

Todo se ve distinto ahora

que la noche me oculta en su seno,

todo transcurre sin demora

y con un sutil toque a misterio.

Te echo de menos

y quiero hablar contigo,

mas me invade el miedo

porque en verdad soy un niño.

Un infante que teme,

que sufre sin querer

que llora por lo que quiere,

porque otra cosa no sabe hacer.

Porque jugué mis mejores cartas

en un asedio accidental

y me perdí entre tus miradas

y ya no sé escapar.

De conquistarte a que me conquistes,

y mi corazón hecho trizas

está harto de que lo derriben

con excusas y mentiras.

Buscando recuperar el control

de mi corazón destrozado,

me doy cuenta que tanto amor

es lo que más me ha matado.

Que una disculpa ya no hace falta

pues mis lágrimas son de cocodrilo,

porque en verdad no me duele nada

porque por dentro estoy marchito.

¿Culpa de las musas

o de ser tan mal poeta?

Nunca saldré de dudas

ante tan cruel dilema.

Que mi verdadera última esperanza

eres tú robándome un beso

y ojalá que después de que me besaras,

me dijeras un halago sincero.

Ya no creo en el amor,

las cosas ya no funcionan así

pues mi fuego interior

solo puede creer en ti.

Sácame de esta incertidumbre tan dolorosa,

déjame vivir o párteme en dos el pecho,

pero no hagas tu existencia más jocosa

viéndome morir por un "te quiero" sincero.