El túnel del amor

El camino serpentea por valles de armonía,
este camino entre montañas es una transición
para pasar de un estado a otro de mi vida
a través del túnel del amor.

Época de dudas y temores en exceso,
época de locuras por doquier
mil locuras por un beso
aunque tanta locura pueda luego doler.

Errores, que se suman y me restan,
por líos de faldas que no buscaba,
por lágrimas que solo me tragaba,
por amores que no merecían la pena.

Ahora me doy cuenta de esas cosas,
veo que ni París, ni Granada son eternas,
que fueron historias de amor pasajeras,
donde salí con mil penas y nada de gloria.

Que si lo único que me queda es Madrid
es porque siempre he sabido que tengo
en sus calles de azar un último intento
con el que al amor de verdad sucumbir.

A donde quiera que vaya siempre vendrá
el recuerdo de un sentimiento vacío:
es el amor verdadero aún no conocido
al que tantas poesías he podido escribir ya.

Y aquí sigo, increpándole a la vida,
retandola con todos mis versos
esperando el amor con los brazos abiertos
para que compense mis horas más malditas.

La misma melodía resuena en la habitación,
alienta a mis ideas una y otra vez,
mientras pienso qué es lo que encontraré
cuando salga de nuevo del túnel del amor.