Así es la vida (una canción contra mí mismo)

Busco respuestas en un mar de dudas,
busco mas no hallo ninguna salida
y muchos se alegran de mis horas oscuras:
así es la vida.

Donde todo puede ser verdad
y al mismo tiempo una mentira;
siendo todo absurda relatividad:
así es la vida.

La felicidad buscamos a la desesperada,
todos buscan como conseguirlas,
algunos piensa incluso en comprarla:
así es la vida.

Donde el amor es placer y dolor
y la amistad a veces traición indebida;
donde todo siempre puede ir a peor:
así es la vida.

Donde el cielo lo es sin más
y no existen las fantasías,
vivimos inmersos en el mal:
así es la vida.

Donde no vale creer en algo,
porque todo es una pantomima,
y donde vivir es castigo diario:
así es la vida.

Y muchas veces en mí resonará
aquella pregunta de filosofía
sobre si es real la realidad
sobre si en verdad es así la vida.

Primero de carrera, tercero de poesía

Vivo un reto constante,
en esta aventura llamada vida,
en tercero de poesía vuelve la consonante
frente a un primero de una carrera suicida.

Corriendo siempre al oeste
con mi sombra como único horizonte,
y es que, en un asunto como este,
hay que ser a la vez ladrón y polizonte.

Hábil como el que más
en este espectáculo tan divertido,
en el que nunca jamás
se sabe si se ha vencido.

Mi poesía vuelve a su forma prima,
mas su esencia ha sido constante devenir,
por consiguiente, mi nivel está por encima
del que tenía cuando empecé a escribir.

Después de dejar a la reina de los sueños
que durmiera por siempre fuera de mí
me libré de muchas doncellas de ensueño
a las que con secuelas leves sobreviví.

Ahora con ganas de sacar lo mejor,
me preparo contra lo que la vida me prepare,
pues esta no es solo amor
y mil cosas más puede que me depare.

Océano de dudas

Todo se ve distinto ahora

que la noche me oculta en su seno,

todo transcurre sin demora

y con un sutil toque a misterio.

Te echo de menos

y quiero hablar contigo,

mas me invade el miedo

porque en verdad soy un niño.

Un infante que teme,

que sufre sin querer

que llora por lo que quiere,

porque otra cosa no sabe hacer.

Porque jugué mis mejores cartas

en un asedio accidental

y me perdí entre tus miradas

y ya no sé escapar.

De conquistarte a que me conquistes,

y mi corazón hecho trizas

está harto de que lo derriben

con excusas y mentiras.

Buscando recuperar el control

de mi corazón destrozado,

me doy cuenta que tanto amor

es lo que más me ha matado.

Que una disculpa ya no hace falta

pues mis lágrimas son de cocodrilo,

porque en verdad no me duele nada

porque por dentro estoy marchito.

¿Culpa de las musas

o de ser tan mal poeta?

Nunca saldré de dudas

ante tan cruel dilema.

Que mi verdadera última esperanza

eres tú robándome un beso

y ojalá que después de que me besaras,

me dijeras un halago sincero.

Ya no creo en el amor,

las cosas ya no funcionan así

pues mi fuego interior

solo puede creer en ti.

Sácame de esta incertidumbre tan dolorosa,

déjame vivir o párteme en dos el pecho,

pero no hagas tu existencia más jocosa

viéndome morir por un "te quiero" sincero.

La musa a la que siempre habíamos cantado

Los libros ya no son de fantasías
los sueños huelen ahora a papel,
todo viene desde aquel día
que a toda la ciudad pusiste en pie.

Las noches ahora saben a alcohol,
ya no son divertidas
los besos ya no saben a amor
ni los llantos a melancolía.

Tú, con tus botas y tu vestido negro,
tu cabello oscuro y tus labios rojos
mantenías toda la ciudad con tu aliento
eras la esencia de los sueños más hermosos.

Sin ti, sentir es pantomima
pues tú eres emoción y realidad
recuerdo como con tu llanto hacías
que los días fueran tristes en la ciudad.

Que la vida nacía con tu despertar
el sol salía porque sonreías,
los pájaros piaban por tu pasar,
el mundo sobre tus hombros se sostenía.

Que todos querían saber
que ocultaba tanta belleza
y todos querían poseer,
esa sensación de tenerte cerca.

Que gobernaba todo desde los tejados,
y no creía en los mitos sobre París
la musa a la que siempre habíamos cantado
se escondía por las calles de Madrid.

Reina de la ciudad y de sus misterios
reina de los días y las noches
reina de nuestros dulces sueños
reina de todos nuestros corazones.

Y es por eso que nada es lo mismo,
que los llantos son llantos y que el cielo no es azul,
que por eso los libros son solo libros,
que todo ocurre desde que no estás tú.

Versos largos, sueños vacíos y delirios de amor

No es cuestión de apuestas hechas,
ni de que esta fecha signifique algo;
es cuestión de tener una vida muerta:
es dejar que el amor muera sin probarlo.

Habiendo rozado el cielo teniéndote en mis brazos,
habiendo saboreado la felicidad por un instante,
el fin se ha hecho lento y amargo
y tu ausencia me mataba con cada día que pasase.

Miro al cielo en busca
de una nueva estrella fugaz,
que en esta situación confusa
me dé algo de suerte para brillar.

Miro al frente, veo el infinito
y veo la vida que sigue sin más,
te siento tan cerca sin estar contigo
que sufro pensando que en verdad no estás.

Versos largos que cantan a una gran melancolía,
sueños vacíos del amor que tanto necesitaban,
delirios de amor varios como a todas las poesías
que escribo desesperanzado desde que me faltas.

Para Beatriz

Es curioso como muchas veces
nos reúne más el llanto
que la mejor de las alegrías
quizás sea por algo.

Hoy he recordado una vez más
una promesa que te hice
hace muchísimo tiempo;
y era que siempre iba a estar.

Por muy lejos que fuéramos,
por muchos años pasados
o por mucho que cambiáramos
que tu amigo fiel siempre sería.

Muchas veces me faltan las palabras
y siento ser tan solo un guardián del silencio,
pero te prometo que no fallaré
y seguiré contigo hasta el final de los tiempos.

Que siempre tendremos golpes
y puede que lleguemos a caer,
pero tú no temas nunca
que yo siempre te sostendré.

Hoy pongo mi mano en el pecho
y recuerdo tiempos de antaño
y sé que mucho te debo
por eso prometo estar a tu lado.

Porque cambiaste mi vida,
haciéndolo para bien
y por las mil cosas vividas,
por las mil siguientes estaré.

Así que, querida Beatriz,
que me hiciste ser mejor,
recuerda siempre que aquí
tendrás un amigo de corazón.

Antes de la lluvia

Tus ojos saben al mar
que hace meses que no veo
y recuerdo el brillo del sol
al jugar sin querer con tu pelo.

Tarde es ahora
pero nadie me avisó entonces
de que llegaba la lluvia,
clamando su sitio a voces.

Que lo que conocía de antes
eran casas de arena
que caerán desplomadas
cuando llegue la tormenta.

Nuestros recuerdos felices,
nuestros sueños por cumplir
¿qué me queda ahora
de todos los momentos junto a ti?

Ahora que llega la tormenta
intenté resguardar mi alma
rezando que se salven
aquellas poesías que adorabas.

Antes de la lluvia
pediré al cielo justicia:
recibir de ti el último beso
antes de que mi llama se extinga.

Antes de la lluvia
que sobrevuela sobre nosotros
quiero reconocerte
que tú fuiste mi mayor logro.

Antes de la lluvia
que sumirá mi alma en el silencio
quiero gritarte que te quise
y por siempre te seguiré queriendo.

Antes de la lluvia
que está apunto de comenzar
quiero decirte que lo mejor
de esta vida fue el poderte amar.

En mi defensa

En mi defensa diré

que todo lo hice por amor,

y que todas las locuras que pronuncié

fueron verdades de corazón.

En mi defensa puedo alegar

que viví contigo mis mejores días,

rocé el cielo con solo rozar

esos labios con los que me sonreías.

En mi defensa te aseguro

que te sigo amando de verdad

y que el camino se hace más duro

desde que tú conmigo no estás.

En mi defensa te podré repetir

que quiero soñar de nuevo contigo,

que quiero volver a vivir

aquellas tardes del bello estío.

En mi defensa te suplico

que en verdad te quiero

y por eso aún te escribo,

te aseguro que no te miento.

Solo soy un poeta con poesías

que busca contigo crear la más perfecta,

a la que poder amar todos los días

a la que le digo esto en mi defensa.

El túnel del amor

El camino serpentea por valles de armonía,
este camino entre montañas es una transición
para pasar de un estado a otro de mi vida
a través del túnel del amor.

Época de dudas y temores en exceso,
época de locuras por doquier
mil locuras por un beso
aunque tanta locura pueda luego doler.

Errores, que se suman y me restan,
por líos de faldas que no buscaba,
por lágrimas que solo me tragaba,
por amores que no merecían la pena.

Ahora me doy cuenta de esas cosas,
veo que ni París, ni Granada son eternas,
que fueron historias de amor pasajeras,
donde salí con mil penas y nada de gloria.

Que si lo único que me queda es Madrid
es porque siempre he sabido que tengo
en sus calles de azar un último intento
con el que al amor de verdad sucumbir.

A donde quiera que vaya siempre vendrá
el recuerdo de un sentimiento vacío:
es el amor verdadero aún no conocido
al que tantas poesías he podido escribir ya.

Y aquí sigo, increpándole a la vida,
retandola con todos mis versos
esperando el amor con los brazos abiertos
para que compense mis horas más malditas.

La misma melodía resuena en la habitación,
alienta a mis ideas una y otra vez,
mientras pienso qué es lo que encontraré
cuando salga de nuevo del túnel del amor.

El sueño equivocado

El tiempo pasa tan despacio
desde que te has ido;
sigo esperándote en el mismo sitio,
mientras llueve sobre mojado.

Debí haberlo sabido,
que tanto amor me mataría,
pero decidí hacer caso omiso
a lo que mis amigos me decían.

La lluvia cae por mi pelo,
mi frente y mis mejillas,
lloro como un niño pequeño
por no defender aquello que quería.

Quise darte el mundo entero
para que lo tuvieras a tus pies,
pero tu camino era bien lejos
y, al parecer, no estaba yo en él.

El frío me hiela por momentos,
mientras el corazón me arde,
se quema por no tener consuelo,
porque para salvar algo ya es tarde.

Yo sigo bajo la lluvia esperando
a que vuelvas antes de que amaine,
a que vuelvas antes de que me apague,
a que todo esto sea el sueño equivocado.

Póquer de sonrisas

Llega el mago para ayudarme
en esta misión tan especial,
le necesito para salvarme
de tan desgarradora realidad.

Me juego la vida en un juego,
porque el vivir es algo azaroso,
a doble o nada acepté el reto
y el asunto comienza a ser peligroso.

Quiero cantar tan alto como pueda,
quiero escribir hasta quedarme sin tinta,
volar hasta donde la imaginación me deja,
sentir tanto como la vida me permita.

Solo un intento para hacer las cosas bien,
mil opciones, pero solo con una puedo acertar,
un camino que seguir, una canción que componer,
una historia que escribir, y un amor al que amar.

Con ganas de vivir hasta mi último aliento,
el mago me enseña cómo ganar la partida,
y la clave es aprovechar cada momento
y tener en tu mano póquer de sonrisas.

La poesía emocional

Haciendo arte del arte del vivir,
soñando los sueños a medio hacer,
haciendo y deshaciendo el devenir,
que viene y va sin saber por qué.

Los ilustres se rinden a la nueva poética
de una elegancia casi apoteósica,
se despiden de seguir más a la estética,
tendencia absurda, variable y caótica.

Y aunque mis poemas ronden la incoherencia,
se mueven bajo un ideal fundamental,
que es el motor de toda nuestra existencia
que es nuestro carácter emocional.

Pues las piezas se unen en mi cabeza
con la ayuda de tu inspiración,
y es que es por ti por lo que mis poemas
siguen cantando sin dudarlo al amor.

Que contigo la vida se hace maravillosa,
y que el arte del vivir es escribirte a ti,
porque escribo los sueños que me provoca
el devenir de la vida teniéndote junto a mí.

Como viviendo un sueño,
tocando el cielo de puntillas,
viviendo este momento,
que es lo que dura la vida.

Una razón para vivir

Cuando la magia nace de mi pluma
con la más leve de tus miradas
hay algo en mí que estalla,
es mi sentido común que se esfuma.

El mero roce de tu cuerpo
es una energía extraordinaria,
y, solo con esa magia,
soy capaz de luchar contra el mundo entero.

Así que, cuando el mundo se venga abajo,
quédate conmigo hasta la hora final,
hasta el último aliento de mi alma te defenderá
y morir por ti será un acto de lo más privilegiado.

No tengo miedo a nada ahora,
tengo una razón por la que vivir,
tengo una lucha por la que morir,
y un amor que me guarde cuando llegue la hora.

Que mi vida por ti es ahora algo hermoso,
que ahora sé que puedo subir al cielo
si es teniéndote contra mi pecho,
y liberarme así de todos mis demonios.

Tormenta de otoño

Amanece más bien tarde que pronto,
y el sol ya no reina sobre Madrid,
el cielo viste un traje gris,
será que llegó el otoño.

La lluvia cae sobre el suelo mojado,
y redunda así hasta que llegue el invierno
y, mientras, el esperar se hace eterno
esperando que de nuevo llegué el verano.

El prólogo de un nuevo comienzo,
el epílogo de un triste final,
el otoño son muchas cosas, en verdad,
y la lluvia me muestra que estoy en lo cierto.

La lluvia de otoño es
la decadencia que siempre temimos,
los sueños que nunca cumplimos,
la sombra incorrupta del ayer.

Vuelta a casa

El templo helado tiene una torre
que ahora me dispongo a subir
subo por ella esperando conseguir
poder encontrar de nuevo mi norte.

Llego a lo más alto y aparece
una dama vestida de blanco
no es como yo, pues está volando
y tan humana como yo parece.

Vuela hacia una dirección del cielo
y un camino aparece tras ella
la acompaño, confiando en que pueda
ser la que me marque un rumbo nuevo.

Se levanta una larga niebla,
que me ciega mi extraño camino
mas el miedo en mí está extinto
y la dama me dice: "no temas".

La niebla se levanta y llegamos
a mi jardín, mi paraíso particular
la dama me dice: "es hora de regresar.
Este viaje ya se ha terminado".

Yo no creo lo que ella me dice
y le digo que mucho por aprender me queda
a lo que ella me responde: "cree o no creas
y sea lo que sea no vaciles".

La dama se va y me quedo en el jardín,
mirando desde aquí todos mis dominios
con ganas de demostrar lo aprendido
sabiendo que este viaje ya llegó a su fin.

El Templo de Hedelgorf

Camino hacia un nuevo lugar,

empiezo hoy este nuevo poema,

dejo las ruinas de Rethergan

sin saber qué nueva aventura me espera.

El camino me lleva a una gran montaña

coronada por un templo en lo más alto,

asciendo mientras comienza una suave nevada

y el ascenso se convierte en algo muy largo.

La subida me marca con la nieve en rostro,

que se pega cada centímetro de mi piel,

mi cabello pasa a ser de un toque canoso

y el frío juega a que en este viaje me puede vencer.

La ascensión termina en la cumbre

y se ve un templo hecho de hielo

está tan alto que las nubes cubren

aquel sitio que solemos llamar suelo.

La magia de este lugar es fascinante

y, curiosamente, empiezo a sentirme mejor,

mucho he aprendido en este gran viaje

que hoy ocurre en el Templo de Hedelgorf.

Las ruinas de Rethergan

El bosque se acaba y se hace de noche
camino a oscuras por un largo pasaje
y me encuentro con un pueblo sin nombre,
sin luz, sin vida y sin habitantes.

Las calles vacias susurran el sonido del viento
y las casas, antiguas, son testigos
de cuánto tiempo reina aquí el silencio,
de cuánto tiempo hace que sucumbieron en el olvido.

Escucho los sonidos de la oscuridad
y espero a que salga el sol.
No temo a nada, solo quiero esperar
usando el silencio como relajación.

Investigo en las viejas mansiones,
rebusco recuerdos en las cantinas,
atrás quedan las luces de colores
y las fiestas que aparecen en viejas fotografías.

Los sueños me guian lentamente
buscando solamente medios para cumplirse.
Y, mientras veo al sol abrirse paso por oriente,
me doy cuenta de que es el momento de irse.

Es un destino de una noche intensa,
una única noche que recordarás,
de la misma nada quedarás presa
si viajas a las ruinas de Rethergan.

El bosque de Ensueño

Tras investigar los mares lejanos
y sus islas de fantasía
llega el momento acertado
de que se suceda mi partida.

El siguiente destino es más sereno,
más allá del último mar de Rhye,
un bosque se divisa tras un sendero,
el bosque más mágico que hay.

Cruzo los puentes hasta llegar
al bosque que comienza con dos pilares
uno te da consejos para poder aguantar
y el otro te desea que la suerte te acompañe.

Entro dentro y encuentro mil caminos
todos buscando la intención de desorientarme
y recuerdo que me he de guiar por el instinto
tal y como me dijo el hada al empezar el viaje.

El miedo a perderme no me nubla del todo,
tengo ganas de seguir por lugares así,
quiero conocer más lugares que desconozco
para ser más grande de lo que una vez fui.

En los claros del bosque la hierba es suave
el sol atraviesa con dulzura las altas copas,
la armonía verdaderamente se siente en este paraje
y a cada paso más te reconforta.

Aprendiendo a cada paso más poesía,
más ciencia y más saber
saber, sobre todo, a vivir la vida
y a nada en este mundo temer.

El viaje sigue y nuevos mundos me esperan,
no tengo miedo a nada que me pueda encontrar,
tengo ganas de seguir una aventura como esta
que no ha hecho más que empezar.

Los siete mares de Rhye

Cuenta la leyenda que,
en lo alto de las montañas,
un lago cristalino se ve
con las aguas más claras.

En ese lago se esconde
el hada del agua,
que mantiene el orden
de los mares y playas.

Cruza por los mundos,
sobrevolando los cielos
por el mundo entero,
manteniendo sus reinos seguros.

Viajé por mil ciudades
buscando su sabiduría,
deseaba que llegara el día
de sucumbir ante sus artes.

La encontré en las tierras más lejanas,
en aquellos lagos con bloques de hielo,
donde me dijo que lo más bello
es ver el rocío todas las mañanas.

Me contó un secreto por mi constancia
buscándola por tantos lugares distintos
y me dijo que la clave es el instinto
que es lo más puro a la hora de hacer magia.

Antes de irse a cuidar sus vastos dominios
me dijo que un lugar mágico hay
detrás de los mundos más perdidos
y son los siete mares de Rhye.

Así que me puse en marcha enseguida,
la maleta llena de sueños está,
también de ideas frescas para mi poesía
así podré usarlas nada más llegar.

Un sitio de peligros y aventuras
si venís conmigo no temáis,
viviremos mil y un locuras
en los siete mares de Rhye.

El miedo acecha

Una enfermedad se extiende por las calles,
y se apodera de nuestros fueros internos,
esta enfermedad se llama miedo
y es más poderosa que otras vistas antes.

El miedo y el catastrofismo nos dominan,
y lo hacen sin que nos demos cuenta,
la política y la televisión nos contaminan
de falacias que nos abordan a la hora de la cena.

Todo se vuelve caótico muy de repente,
esto es una verdadera sobredosis de realidad,
un mal asoma con mil mentiras de frente,
mientras la paranoia asola la ciudad.

Necesito salir de aquí y evitar tanta mentira,
necesito volver a mis mundos de ensueño
para mantenerme consciente en esta pesadilla
para evitar que me dominen cual borrego.

Esconderme de las calles y del peligro de verdad,
que corre de manos de mentirosos pendencieros,
esconderme de esta más que ingenua sociedad
que se vuelve más tóxica por momentos.

Mientras el peligro pase, me esconderé en mis fantasías,
ese lugar donde suelo estar accidentalmente
y al que ahora quiero ir intencionadamente
para sobrevivir a ritmo de poesías.

La noche de los recuerdos

Una noche más de recuerdos improvistos,
una noche de rimas desbocadas,
una noche de sueños en el olvido
y de historias sumidas en la nada.

Una noche donde recuerdo
lo intenso que era mi amor
cuando te tenía cerca cada momento,
cuando podía sentir sin ningún temor.

Porque tú me hiciste revivir,
gracias a ti volví a amar
gracias a ti volví a sentir,
tanto que cuando te fuiste solo pude llorar.

La magia de aquellos días se muere
a cada minuto que paso lejos de ti;
y la incertidumbre es lo único que siente
mi corazón pensando en ti.

No sé qué falló, qué pudo salir mal,
y es que yo no quería nada del otro mundo,
solo quería un amor de verdad
que creía haber encontrado al lado tuyo.

No sé si te podré recuperar algún día,
y dudo mucho que olvide con rapidez
pues querer y poder se enfrentan en mi poesía,
quiero por afición mas por ti no tengo el poder.

En resumen, que mi vida es absurda contradicción
ahora que recuerdo lo feliz que era contigo,
una pena que fuera un producto de mi imaginación
y que ese amor de verano en otoño sea mi castigo.

Sobredosis de realidad

Hace tiempo que me encuentro con desgana
y vivo la vida por inercia,
y me mantengo ciego en la creencia
de que el futuro son solo cosas malas.

Y si me ahogo en un cuarteto
y me eternizo al estudiar
es una cuestión de fundamento:
es sobredosis de realidad.

Quizás sea que soy mayor,
quizás será que ya maduré,
pero me duele el corazón
y muero en la sombra del ayer
creyendo ser un soñador.

¿Mas cómo escribir la realidad
viviendo en la burda ficción?
Y es que parece que no va a acabar
mi interna y absurda contradicción.

Y si no me sale una canción
o solo sé jugar mal,
analicemos la situación:
es sobredosis de realidad.

Quizás sea que soy mayor,
quizás será que ya maduré,
pero me duele el corazón
y muero en la sombra del ayer
creyendo ser un soñador.

Y si siempre ausente estoy,
y tiempo siempre me va a faltar
es por la cuestión que trato hoy:
la sobredosis de realidad.

Y tardo mucho en escribir,
versos que no saben volar
no vuelan porque les falta la magia
que suelo tener al soñar.

La mayor aventura de todos los tiempos III

La aventura prosigue en un nuevo lugar:
una plaza de piedra hay con un castillo,
que se sostiene por si solo como si pudiera volar.

El castillo de repente pierde su brillo,
precipitándose a la nada absoluta
dejándome un dilema en mi bolsillo.

Mis opciones cambian sus opciones de ruta
y decido saltar al vacío sin temer,
pues, sin riesgo, la vida no se disfruta.

La larga caída cambia el mundo que puedo ver,
una isla me encuentro completamente urbanizada
y detrás del único edificio un puente se quiere esconder.

Tras el puente, la isla termina y el agua, precipitada,
deja todo en manos del cielo
que me susurra que la historia no está acabada.

Grandes columnas de piedra son el único suelo
que existe en esta nueva región
que acabar con fugacidad anhelo.

Las columnas me guían con sus puentes de perdición
a una nueva región que se alza sobre las nubes
y que con una escalera inicia su entrada y ascensión.

El cielo alcanzaremos si conmigo subes,
no me preocupan los riesgos del camino,
porque a lo alto nos protegen unos querubes.

Semejante viaje no es algo anodino
y la aventura no parece terminar,
mientras a cada paso forjo mi destino.