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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

martes, 16 de noviembre de 2021

Reflexión sobre el amor

Hasta yo mismo,
abanderado del amor
y del romanticismo,
sé que la pasión
tiene mucha química detrás
y poco misterio.
Pero es más fácil hacer sonetos
que entender a nuestro cuerpo
y su extraña toma de decisiones.

El amor son revelaciones
que siempre estuvieron sobre el papel.
Es la novedad que se esconde
bajo el infame nombre de destino.
Es el instinto de supervivencia
en un universo de “romanticonsumismo”.
El amor es la desavenencia
de la razón y el mundo
y la excusa más barata
para la sumisión y la dominación
más inhumanas.

El amor tiene pasión
a veces tan desmedida,
que hace de la ira y el rencor
las panaceas más adictivas.
El amor puede ser tóxico,
puede ser un quiste crónico
de extrañas idas y venidas
en las que se suele pasar
del odiarse a matar
al amarse a morir.

El amor se mata a cada polvo
que se decide consumir
con tal de no hablar de lo poco
que tiene en pie a un santuario
que antes parecía sagrado
y que ahora está en ruinas...

El amor es mentir,
amar es poseer,
amar es enloquecer.
El amor es desear no perder nunca
mientras no juegas ninguna
de tus cartas con la intención
de ganar.
Amar es intentar ganar las partidas
cuando ya no se puede jugar.
Es el suicidio de Romeo
o el la mataré de Loquillo.
Amar es duelo,
amar es conflicto.

Amar es todo esto y a la vez no.
Amar como dije arriba
es una ceguera cuya adicción
te puede durar toda una vida.
Pero amar de verdad
es lo que queda cuando las mentiras
de la sociedad actual
no tienen cabida.
Amar es comprensión, es empatía,
es deseo inocente y afecto,
es confianza y respeto.
Es lo que queda entre dos cuerpos
cuando se agota la química.

Amar en el presente 
es trepidante y muy intenso.
Pero amar sinceramente
puede parecer que es menos
cuando siempre te da mucho más:
cuando no hay idas ni venidas,
cuando no hacen falta regalos
cuando todo se puede demostrar
con unas pocas poesías
y los más largos abrazos,
cuando el sexo no actúa como medio
sino como el culmen del sendero
de un querer sincero.
Amar de verdad es seguridad
y tener siempre donde llorar
sin sentirse juzgado.

Amar de verdad es aquello
que, una vez tienes en tu vida,
no sabes cómo antes podías
vivir sin conocerlo.
Amar de verdad es que tus sueños
se proyecten en otros ojos
sin saber cómo.
Amar es aquello que reaprendí
desde aquella tarde de abril
desde la cual me acompañas.
Ojalá nunca me faltes,
porque me harían falta mil vidas
para dejar de amarte más cada día,
mi querida Dafne.

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