Tormenta sin tormento

Miro al cielo y cae una gota:
se avecina otra tormenta.
Recuerdos varios asoman
de lo más interno de mi cabeza.

Mucho camino siendo secos,
porque ya sufríamos demasiado,
ya sentimos el dolor más pleno
en una vida de no mojarnos.

Mi mano en mi pecho protege
ese resquicio estoico que queda
tras haber perdido tantas veces,
tras quedar tantas noches en vela.

Miro atrás y desconozco lo que veo:
amistades perdidas y sueños rotos.
Veo cosas horribles, veo miedos
que sentía cuando estaba solo.

Miro hacia delante y veo un trueno
y veo que el camino será duro.
La lluvia a veces mata por dentro,
y a veces te reconcilia con el mundo.

Muchas cosas vividas, muchas injustas
muchas sueños murieron en mí.
En aquellas tardes que tanta lluvia
descargaron sobre mi existir.

Y sin embargo, la lluvia será siempre
la más bella de todas mis aliadas,
pues no hay otra que me recuerde
tanto a mis tardes con la ninfa del agua.

Ya nada importa aun con tormenta
porque soy más fuerte que nunca.
No hay miedos si la tengo a ella,
no hay nada de lo que ya rehuya.

Elijo en la vida de nuevo: mojarme.
Elijo en la vida mi destino: ser feliz.
Elijo un momento eterno: amarte
bajo una tormenta de nuestro Madrid.