El ángel que me enseñó a bailar

Vuelvo a mi ser tras la confusión

y me encuentro en un lugar oscuro.

De repente, luces de todo color

iluminan la sala que ahora vislumbro.

Una pequeña sala con una bola

de discoteca y, justo debajo de ella, 

 una persona de lo más hermosa. 

Tanto que alas parece que tuviera.

Me acerco a ella, y un fogonazo

de luz emana de su bella sonrisa.

Entonces, se envuelve en mis brazos

y bailamos bajo una bella melodía.

Ese vestido blanco y esas luces

y esas sensaciones que siento:

esta chica viene de arriba de las nubes,

es un ángel venido del cielo.

Apoya su cabeza en mi hombro

y yo no puedo evitar suspirar.

Se me escapa un sincero elogio

y nuestras miradas se cruzan sin más.

Veo en tus ojos un brillo desconocido,

el brillo de algo perfecto en esencia.

No sé que es lo que ella me ha visto

cuando veo que nuestros labios se acercan.

La canción llega a su suave clímax:

"Soy un bobo, uno enamorado de ti".

Si soy ese bobo, es por esta energía

que fluye tras hacer uno nuestro sentir.

La canción termina, como siempre hacen

todas las canciones, pero tú sigues

abrazada a mí sin pretender soltarme.

No seré yo quién de mi lado te quite.

Ahora nuestra canción es una aventura

de vivir. Ahora bailamos con otro ritmo:

con ese que sabes que muchos buscan

pero que yo encontré solo contigo.