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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

domingo, 22 de septiembre de 2013

La chica de la 215

Te encontré muy lejos de mi hogar
buscando paz y meditación,
y en Portugal encontré la ocasión
de poder inspirarme frente al mar.

Fui a la playa de los pescadores
donde vi cómo faenaban
y entre barcos de colores
mis ojos te encontraban.

 Me acordé de los tiempos de antaño
me olvide del prototipo ideal
y pensé de forma especial
que no eras otra chica de pelo castaño.

Tomabas fotos de la captura
y sonreías de mil amores
y yo pensaba con dulzura
en sorprenderte con bellas flores.

Decidí mirar hacia la arena
para ver lo pescado
y cuando vi que te habías marchado
empecé a sentir pena.

Pena de un yo indeciso
que de sus dudad está distorsionado
y aunque no suele ser preciso
lo que teme es no sentirse amado.

Entonces te vi
marchándote en la lejanía
y entonces me arrepentí
de no ser en ese paseo tu compañía.

Subí a mi habitación
la doscientos trece
terriblemente disgustado
y con gran desilusión;
mientras tu imagen aparece
en la terraza de la habitación de al lado.

Quizás después de todo lo vivido
los fracasos incesantes y las derrotas
de mala suerte superé todas las cotas
y ahora ser feliz sea pan comido.

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