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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

domingo, 30 de mayo de 2021

Rey de cuatro muros

En aquellos extraños días
se nos veía juntos a veces.
Pocas imposiciones tuvieron
resultados tan crueles.

La mano tendida acabó 
alrededor de mi cuello.
La mano que antes estaba abierta
se cerró bajo mi entrecejo.

Desde entonces rompiste
caminos que iban de la mano.
Creías que te comerías el mundo 
Pero ahora solo caes en picado. 

Dime de que te sirvió 
ser el rey de cuatro muros.
si de todos aquellos súbditos
ahora no te sigue ninguno.

En otros extraños días
la suerte me puso una corona.
Y con ella, gente que quiso seguirme
me sentí cubierto de gloria.

Los himnos antes eternos
se ensordecieron ante las disputas. 
Las bocas que hablaban de para siempre,
hace años dijeron "Hasta nunca".

Tras varios tiras y aflojas, 
Pocas cosas de esos días quedan:
Fotos y palabras ahora vacías 
y sentimientos en forma de tormenta.

Dime de que me sirvió 
ser el rey de cuatro muros,
si de todos aquellos fieles 
ahora no me sigue ninguno.

Te venderán que te queda grandeza,
que aun puedes deslumbrar
mas el trono suele ser efímero:
tan pronto como subes, toca bajar.

Tu genio será sobrepasado,
tu bondad se verá consumida, 
y la misma vida que un día salves
puede ser que sea tu misma ruina.

Llora si quieres y patalea,
mas la vida nunca garantizó 
que las compañías sean eternas
ni que no te partirán nunca el corazón.

Por eso nunca te servirá 
ser el rey de cuatro muros
Un día quizás tendrás mil amigos
y un día no te quedará ninguno.

lunes, 24 de mayo de 2021

Trigonometría emocional

Si te expulso,
si te aparto,
espero que se te haga corto
el mal trago.
Al final siempre pagan justos
por pecadores
y nuestras espadas de Damocles
son armas de doble filo
condenados a extraños destinos.

Tres siempre fueron multitud,
pero es peor la acritud
con la que las cosas suceden
a veces casi sin darnos cuenta.
No tentare más a la suerte
y romperé el eslabón de la cadena
que sea el más débil.
La pena me hará más fuerte,
quizás porque no quede alternativa,
pero mejor perder una guerra
que luchar una batalla eterna
en la que siempre seré una causa perdida. 

Y llevo ya días enfadado y no dejo de pensar
en el asco que me produce todo esto
y la rabia que me da no poderlo parar.
Malditas historias de estúpidos celos,
maldita la estupidez de los necios,
maldita trigonometría emocional.

viernes, 14 de mayo de 2021

Una historia inmutable

Contar Historias no es sencillo,
ni es para todas las gentes. 
Algunos no encuentran principio 
para sus aventuras, 
otros no saben cuándo terminar 
de seguir narrando,
y otros van alterando su relato,
desfigurándolo cada vez más. 

Contar una historia es un desafío 
para el que narra, 
pero también para el que es escrito: 
superar la cólera 
y las inseguridades del escritor 
nunca es fácil siendo una criatura pequeña y frágil 
ante su narración. 

Y los días serían poco grises 
o quizás demasiado,
dependiendo de si está triste
o si se siente dichoso. 
Y donde dije digo, digo Diego,
si no Rodrigo. 
Los antecedentes se ven envueltos 
de posterior simbolismo. 
Y los mañana que ya fueron ayer 
se sienten también distintos. 

El amor y el desamor son bolígrafo, 
pluma y rotulador 
en un libro de besos que se edita 
a veces con dolor 
y a veces con las flores más bonitas 
que a uno le emanan del pecho. 
Por eso, a veces mejor ser cronista 
que poeta zalamero. 

Por eso, tu historia se hace bonita, 
porque narré sus minutos 
sin una lente que ahora me impediría 
ser totalmente justo. 
Aquellos primeros besos 
quedarán siempre presos 
de aquellos primeros versos 
que no estoy dispuesto a cambiar,
que no merece la pena alterar. 

Hiciste las cosas sencillas y buenas, 
no nos hicieron falta tretas 
para atesorar los días de primavera 
donde empezaron a brotar 
tus flores en mi inmenso jardín. 
Por eso sé narrar 
sin poderme confundir 
tantos detalles de aquellos días 
que empecé junto a ti. 
Detalles hechos poesías, 
detalles hechos una historia inmutable:
la de yo, Apolo y tú, mi querida Dafne, 
historia que sabrá siempre acompañarme 
hasta el final de mis días.