Time to say goodbye

I don't understand why things happen like this
sometimes I wonder if life's against me,
but I couldn't do anything when things happen,
and now I'm a drop of oil in a glass of water.

My fellings are strangled by loneliness,
they took my world into a mess,
someone to help me for their malice,
can anybody hold my hand please?

They try to send me far away
and I want to knee down and pray,
this is my world, my home, my place
let me stay here for god sake.

To break me down is their obsession,
they are guiding me to a deep depression,
and then I realise that if I want to survive,
I must think in another roads that I could ride.

I can't stand living because it is cruel and unfair,
misfortunes are following me everywhere,
and I ain't able to know why,
but now it's time to say goodbye.

La mayor aventura de todos los tiempos IV

El final de la escalera me lleva al cielo,
y sobre las nubes ahora me elevo,
alzándome muchos metros sobre el suelo.

Por un sendero de nubes me muevo
hasta que llego a otro misterioso castillo,
y me dispongo a entrar en un mundo nuevo.

El castillo deslumbra esplendoroso con su brillo
fantasía y realidad se cruzan en las alturas,
haciendo que me tiemblen los tobillos.

El interior del castillo es una andanza dura,
escaleras sin salidas y que desafían la realidad,
convierten al castillo en una tediosa andadura.

Tras horas de búsqueda, se distingue con claridad
la salida hacia la parte más alta,
que nos muestra el cielo en toda su totalidad.

Pero una duda entonces me asalta,
y es hacia donde sigue este viaje,
cuando entonces veo algo que me sobresalta.

La torre del castillo guarda un pasaje,
en el que entro sin pensar demasiado,
me inunda el miedo, pero me sobra coraje.

El suelo termina y yo salto despreocupado,
me separan del suelo más de cinco millas,
pero algo me dice que eso esta arreglado.

Veo solo un camino de baldosas amarillas,
y me doy cuenta de que termina mi vida
y me invaden mil y un pesadillas.

Pero un viento me frena enseguida,
y poso los pies con delicadeza
sintiendo mi alma de nuevo revivida.

El mar se impone al fondo con fortaleza,
pero mi camino no sigue por allí,
por lo que sigo adelante con esta proeza.

El camino amarillo me aleja del mar que antes vi
todo parece tranquilo, ya pasó lo peor,
o eso siento cuando camino por aquí.

Las baldosas amarillas me llevan con temor
al final de mi imaginación y su vuelo,
que afronto con decisión y valor.

Las siete maravillas

Los sueños me han dado perspectiva,
me han dado algo de ilusión,
me han dado la señal definitiva
para sucumbir a tu pasión.

Quiero jugar con tu pelo
y darte el cariño del que no soy dueño
quiero ser la razón por la que alzas el vuelo
quiero ser la razón del fruncir de tu ceño.

Quiero ser la más delicada de tus sonrisas,
el beso más temeroso que una vez diste
y aquel que diste con demasiada prisa
y quiero ser el amor en el que una vez creíste.

Quiero ser un suspiro en tu boca,
quiero que me recuerdes cómo volar,
quiero saber qué es lo que me provoca
que no sepa como ante ti actuar.

Quiero que vuelvas a sonreír,
ser la más dulce de las caricias,
quiero poder de nuevo sentir
y que seas mi jardín de las delicias.

Quiero que tu ombligo me susurre por las noches,
que tus mejillas no vuelvan a sentirse frías,
que tus caderas no me guarden reproche
por construir el amor sobre bellas poesías.

Quiero verte de nuevo sonreír, volar y ver cómo brillas
y caer rendido a tu sonrisa, a tu perfume y a tu suave danzar,
que los lunares de tu espalda sean las siete maravillas
de un mundo que desconoce lo que es amar.

Ángel de amor con guadaña

Creí que podría probar el cielo en su esplendor

cuando tuve tus labios a un solo suspiro,

lo que me consume lentamente es el amor

por el que ahora con solo tu recuerdo deliro.

Creí encontrar la felicidad suprema

en alguna de tus sonrisas más joviales,

pero sucumbí yo solo en el dilema,

de llevarme por esperanzas letales.

Creía que tenía las respuestas adecuadas,

pero me volvía equivocar de juego,

las risas se volvían mucho más apagadas

y se perdieron entre signos de falso apego.

Que nunca me enfrenté a semejante hazaña:

el poeta luchando contra la muerte,

pues nunca vi al ángel de amor con guadaña,

nunca confié en tener tan mala suerte.

Que mis labios decían que te quería,

mientras los tuyos decían falacias.

Lo peor era creer lo que decías,

verdades y normas a las que eras reacia.

Que todo lo que me decías significaba morir,

y que el desamor al fin me pudo vencer;

ahora sé que es momento de huir,

por siempre, para nunca poder volver

Escuela de románticos anticuados

Puedo cantarte mil cantares clásicos,
y mostrarte el amor en su modelo canónico,
y, mientras otros se quedan en lo básico,
yo te guiaré con mi estilo decimonónico.

Puedo hacerte poemas por San Valentín,
darte rosas por cada aniversario,
darte de caricias un festín,
hacer de tu vida algo sorprendente a diario.

Puedo amarte hasta el último atisbo de cordura,
mostrarte que el amor no se guía por lo empírico,
mostrarte que el amor es puramente lírico
y morir de amor, la más dulce y sutil locura.

Apartad los demás, falsos maestros del querer,
pretenciosos de relaciones perecederas,
aprended lo que es el amor a una mujer
de los que buscan historias de amor verdaderas.

Que mi estilo es clásico, mas sutilmente efectivo,
que el amor no son besos coleccionados,
el amor es el culmen de lo sensitivo
y eso los sabemos los románticos anticuados.

Historias de un universo paralelo

Corría el año ochenta y seis,

y partí al servicio de la guerra,

de aquellos días, como veis

pocas cosas ya me quedan.

Te dejé aquí jurando que volvería,

que lucharía por sobrevivir,

que lucharía por volver a ti,

para pasar contigo hasta el último de mis días.

Luché por medio mundo en la absurda guerra mundial,

me vi muerto mas de mil veces,

pero sobrevivía al soñar

que al volver en mis brazos volvería a tenerte.

Tres años pasaron, y la guerra terminó

y volví a por ti a la gran ciudad

para encontrarme con el dolor

de saber que ni unos meses me llegaste a esperar.

Que todas las cartas que te escribí

las quemaste en un intento de olvido,

pues no pensaste nunca en el hechizo

que tus besos me echaron para vivir.

Que todos los besos que me diste,

saben a arena y sal

y, si lo hubiera sabido antes de irme,

hubiera preferido no regresar.

Ahora miro el mar, que refleja

toda la rabia que guardo dentro.

Tiro un mensaje en una botella

que sea mi despedida a este infierno.

Que no quiero más mentiras de tu boca,

pues ya no me sana como antes lo hacía

y, para librarme de esta ponzoña

optaré por quitarme la vida

Pues, di mi vida por salvar inocentes,

e inocentemente mi vida se ha marchitado;

no quiero jugar más a este juego,

prefiero volver al mar bravo.

Que la vida es una desdicha si me faltas tú,

y nunca podré recuperar tus labios de caramelo,

ni tu melena al viento, ni tu vestido azul,

ni de tus labios oír otra vez un "te quiero".

La llegada de la luna llena

Llegada de nuevo el plenilunio,
el estanque brilla con fuerza
las hadas rezan por que no se tuerza
la suerte que las guía desde junio.

Los lagos de las tierras de Distania
sonríen por los tiempos de prosperidad,
saben que la paz ahora es una verdad
y no una utopía o una insania.

La felicidad les llegó por fin
con el final del último novilunio
que puso fin a tanto infortunio
tras la liberación del jardín.

La luna crece desde aquel momento
buscando la magia que tanto añoraba,
buscando la luz que tanto ansiaba
desde que acabo la era del tormento.

Las hadas bailan, ríen y cantan
dando gracias al joven mago
que las guarda desde el periodo aciago,
y a los nuevos males espantan.

Que las plantas ondean con la leve brisa,
y las hadas cantan sobre un tiempo nuevo
donde la luna llena con su sonrisa
dio a la luna nueva el relevo.