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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

martes, 23 de febrero de 2021

Colisión

 Parte 1

Tengo que olvidar
todas las humillaciones que me hicieron,
las viejas cicatrices que no me hacen ya llorar,
las veces que me sentí excluido,
las veces que mi golpe más certero
fue contra mí mismo.

Tengo que olvidar
los viajes en tren mirando por la ventana
o las tardes de verano mirando el cielo azul,
porque esos días nunca volverán.
Porque queda ya poco, si no nada,
de recuerdos que solían ser un alud
y que ahora ni un poco me arrastran.

Tengo que olvidar
los nombres que una vez fueron hogar.
Estoy muy lejos de casa aun siendo
estas las calles en las que crecí feliz.
Tengo que olvidar, porque no le veo
sentido a recordar cualquier matiz
que no te cale dentro.

Parte 2

No quiero olvidar
todo el daño que he ido acumulando.
Porque es la pena la que me hizo alcanzar
la fortaleza para seguir caminando.
Es el orgullo, y quizás el rencor,
los hombros sobre los que me alzo.

No quiero olvidar
los abrazos que una vez fueron mi mayor logro
o el patio de mi colegio donde solía jugar.
No soy pirata para enterrar mis tesoros
porque en la mente, la X no marca el lugar
e igual que un día lo recuerdas,
otro día simplemente no lo encuentras.

No quiero olvidar
los nombres que una vez fueron hogar.
Estoy muy lejos de casa aun siendo
estas las calles en las que crecí feliz.
No quiero olvidar, porque no puedo
ignorar que, si estoy justo aquí,
es porque antes estuvieron ellos...

Parte 3

No puedo recordar
el por qué me enfadaba tanto con el mundo
o porqué sentía que todo iba a estallar
por cosas que ahora simplemente ignoro.
Día tras día, pese a que me preocupo,
el libro de hechizos se hace más corto.

No puedo recordar
lo que se siente al sentirse alguien capaz,
o sentir que el tiempo corría aún a tu favor,
o la sensación de pasear por el campo
y olvidarte de lo que sucede alrededor
en una calurosa tarde de verano.

No puedo recordar
los nombres que una vez fueron hogar.
Estoy muy lejos de casa aun siendo
estas las calles en las que crecí feliz.
No puedo recordar, aunque lo deseo,
porque el estrés ubicuo se hizo en mí
una colisión de diversos deseos.

domingo, 21 de febrero de 2021

Entre Roma, París y Madrid

Me gusta pensar que la vida aún guarda romanticismo
y un poco de carisma aún por descubrir.
Amor en blanco y negro, amor en su último sentido,
amor que viva entre Roma o París.

Me gusta pensar que la vida aún me esconde
pequeños paraísos en los que vivir
en cada semana solamente dos noches,
dos noches entre París y Madrid.

Me gusta pensar que la vida aún no dejó hueco
para albergar la desidia del sentir.
El mundo aún se me escapa, no es tan pequeño,
aun siendo entre Roma y Madrid.

Me gusta pensar que la vida tiene aún magia
y que nunca jamás la veré morir,
siempre que te tenga en mis brazos atrapada,
y siendo entre Madrid y Avgiduil.

Madrid, Roma, Avgiduil, París,
reinos reales a la par que fantasiosos,
reinos con los que soñar
en estos tiempos tan ominosos
en los que solo queremos escapar.

La vejez es una condena sin derecho a recurso,
y estos días jamás volverán a nosotros,
pero viviré contigo cada uno de mis minutos
y de cada condena haré contigo un gozo.
Buscaré el instante perfecto,
el verso certero,
la caricia exacta,
la risa que falta
y las canciones perdidas.
Siento que todas ellas están escondidas
en mañanas que recorrer junto a ti
en algún lugar de este mundo
entre Roma, París y Madrid.

jueves, 11 de febrero de 2021

Mujeres en la ciencia

Si eres de esos descerebrados
que repudia incluso el 8M,
déjame decirte que de mujeres 
está llena la ciencia.
No quiero que te disgustes,
viviendo en tu opulencia 
sin ni siquiera darte cuenta
de las responsables
de tus comodidades.

Para empezar, este poema, 
que ves a través de Internet
sería imposible que vieras 
sin la ayuda de Hedy Lammar.
Y para poder desentrañar
algunos de nuestros misterios, 
Hodgkin y Franklin estudiaron
proteínas y ácidos nucleicos.

Casos aislados, pensarás.
Genio aislado por su género,
te respondo con celeridad.
Imagina los Congresos Solvay
y que Marie Curie no tuviera
otra mujer a la que llamar colega.
Piensa después de un siglo,
¿cuántos hombres la han vencido?

Se te llena la boca de palabras grandes
y acusas a la gente de adoctrinamiento.
Desde luego, Gabriela Morreale
no podría haberte salvado de ser un cretino.
Porque lo tuyo no es de un hipotiroidismo,
sino cosa de tu anciana mollera
y fue Levi Montalcini quien descubrió
eso que en tus neuronas escasea.

Y Katherine Johnson nos llevó a la Luna,
y Katie Bouman a los agujeros negros,
y tu mentalidad tan retrógrada
nos aleja de futuros felices y plenos.
Háblame, si tienes coraje, de hembrismo,
mira mi clase de Bioquímica abarrotada
de mujeres brillantes y te aseguro
que te tragarás poco a poco tus palabras.

Cori, Okazaki, Margarita Salas,
Doudna y Charpentier con el CRISPR-Cas
Tu Youyou luchando contra la malaria,
o los laboratorios donde trabajo.
Me sobran ejemplos para salir de tu engaño,
y a buen entendedor pocas palabras bastan.
El futuro ya lo están escribiendo ellas:
las incansables mujeres de ciencias.

martes, 9 de febrero de 2021

Un recuerdo que ya no es mío

Siempre habrá hilos rojos inconexos,
promesas que no se cumplieron,
culpas que no se purgaron.
Los recuerdos se distorsionaron
primero exageradas mentiras
para llegar a la extraña anomalía
de que algunos de mis recuerdos
me sean ya del todo ajenos,
como un extraño sueño
o un extraño cuento.
Como una vida que, siendo mía,
no recuerdo jamás vivirla.

Extraños recuerdos aún guardo
pinceladas en el extraño cuadro
que conforma mi mente
y en el que algunos trazos
poco a poco desaparecen.
Ciertas canciones se sienten inertes,
ciertos lugares, totalmente mundanos,
ciertos días, unos más en estos años
de pandemia que parecen no acabar.
Poco a poco nos olvidamos de soñar
y poco a poco me olvido de una variedad
de voces que jamás volveré a escuchar,
olores que aportaban armonía
y nombres que significaban cercanía
pero que tras más de quinientas noches
no me suenan ya de nada.

Siempre habrá últimos abrazos
igual que últimos encuentros
y jamás se harán demasiado largos.
Siempre habrá últimas palabras
y resonando en silencio 
parecerán siempre muy largas.
Pero, haciendo que la vida haga lo suyo,
el pecho me duele menos
y el fin del mundo se siente un nuevo mundo
en el que empecé de cero
con pocas ilusiones,
muchos versos,
y pocas conclusiones
sobre si este es el camino correcto.
Sobre si este es el poema adecuado
y si hace justicia al perturbado lago
de todos mis pensamientos.

Hoy es un día extraño:
recuerdo haber llorado.
Pero ahora en mis extrañas,
queda un recuerdo muy vago
sumiéndose poco a poco en la nada.