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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

domingo, 29 de abril de 2018

A los amigos que siempre estarán

Hay finales que son definitivos,
pero el peor de ellos aún es lejano.
La incertidumbre se esconde
en cortinas de temor inmediato.
Y quizás el futuro se borre
de momentos de estar con lo míos.

Todo el mundo me dice ahora
que el mañana va a ser horrible.
Todo el mundo me desalienta,
porque nadie lo ve posible,
quieren hacer que me dé cuenta
que de dejar cosas atrás es hora.

Hacerse mayor es complicado:
decir adiós al hogar familiar,
a la comodidad de los días
del colegio o de la universidad,
para darte cuenta de tu desdicha
de que el tiempo sigue pasando.

Que ya no somos los niños
que jugaban libres de problemas.
Que seguimos creciendo y vemos
que el camino recorrido ya aumenta
y algunos recuerdos se hacen viejos
y otros comienzan a caer en el olvido.

Caminos distintos, nuestras vidas
están y estarán llenos de ellos.
No sé si con todos podré seguir
caminando por el mismo sendero,
pero tengo claro que al partir
mi mente no os enseñará la salida.

Y estaremos lejos, quizás a cientos
de kilómetros desafiando el presente.
Quizás seamos abatidos por la desidia,
quizás creamos haber perdido la suerte,
quizás nos corroa con furia la morriña,
pero nunca nos sentiremos lejos.

Porque siempre seréis mis amigos
y será con vosotros con los quiero
brindar cada triunfo, llorar cada derrota.
Que siempre portaré nuestros recuerdos,
pendones de una vida más que exitosa
que viví feliz teniéndoos conmigo.

Y por eso nadie me podrá desalentar:
seguiré adelante pese a las tormentas
tocaré cada día el cielo y no pararé.
Y siempre estaréis en mis poemas
y siempre en ellos os mencionaré
como los amigos que siempre estarán.

miércoles, 25 de abril de 2018

Subiendo de nivel

Hace poco me acostumbré al dos,
ahora el dos viene emparejado,
mañana me hago más viejo:
mañana es mi cumpleaños.

Y en sí el día está genial
para que la gente se acuerde de ti,
pero la realidad no cambia.
Bueno... A lo mejor, sí.

Sigo teniendo el corazón del niño
que un día fui. Soy la semilla
plantada en el modesto Lucero
y en el San Viator florecida.

Tengo la magia de mi mente,
disparatada, creativa, poderosa.
Tengo la fuerza de la juventud
y ganas de aprovechar mis horas.

Sigo viviendo en mis mundos
de fantasía cuando lo necesito,
sigo luchando por mis sueños
y un poco más por mis amigos.

Sigo siendo el soñador realista,
aquel espíritu iluso y melancólico,
el que vive el día mirando el reloj,
el gran actor tragicómico.

Detrás mía, mucha experiencia
muchas derrotas y alguna victoria.
Cada día busco aprender más
y trato de ser mejor persona.

Así que digamos que no soy
el mismo que una vez fui.
Pero lo que sí es verdad 
es que aspiro al mismo fin.

Seguro que algún día consigo
ser el héroe que tanto quiero ser.
Tengo mucha vida por delante
para seguir subiendo de nivel.

domingo, 22 de abril de 2018

Días en los que pensar toda la noche

Días últimos del San Viator,
detrás mía dos años perfectos,
llenos de sonrisas y cosas buenas.
Delante mía tenía la graduación,
tenía la selectividad y el que fuera
el único verano que me pareció eterno.

Días de mucho recordarnos
cómo fuimos y cómo somos ahora,
días de incertidumbre y esperanza.
Días de vernos aún sentados
en aquellos pupitres, nuestra casa,
viendo como el tiempo se agota.

Días de recordar los recreos
charlando en el intercambiador
mientras ahogábamos en risas
los problemas del futuro incierto,
que atormentaban algunos días
de aquel oasis de esplendor.

Días de recordar cada asignatura,
cada profesor y pensar lo cerca
que estábamos de marcharnos.
Pero nunca hubo atisbo de duda
a la hora de intentar pasarnos
los últimos días con fortaleza.

Con la satisfacción de aquel
que ha hecho un viaje y lo termina
y se da cuenta que es otro.
Nosotros tendríamos en el ayer
aquel colegio que nos dio todo
a aquel al que aún le hago poesías.

Por esos días de los que a veces añoro
la alegría, las risas y la complicidad
que encerramos entre nuestras voces
en aquellos días de cantar en el coro;
aún pienso en ellos a veces toda la noche
con una sonrisa de pura felicidad.

Gracias a vosotros, todos y a cada uno
de los que me regalasteis de vuestras vidas
un pedacito para que por siempre guardara.
Hace años os llamé los mejores del mundo
y aún no creo que me equivocara,
pues pensar en el Sanvi siempre me trae una sonrisa.

sábado, 21 de abril de 2018

Falso rayo de esperanza

Salía de mi habitación
de ocuparme de mis cosas,
cuando algo raro sucedió
al fondo del pasillo.

Una luz tenue y sutil
brillaba desde el salón
y cuando llegué allí
estabas sentado.

Estabas en mi presencia,
a pesar de cuanto tiempo
hacía que no te sentía cerca
hacía que no te veía.

Te abracé, me abrazaste
nuestras sonrisas, correspondidas
demostraron lo inefable
que es amar a alguien.

La luz que brillaba
era solo un rayo de sol
que entraba por la ventana
buscando algo de cariño.

Y viendo el amor presente
más y más rayos comenzaron
a interferir en la suerte
de poder verte de nuevo.

Deslumbrado, cerré los ojos.
Para cuando los pude abrir de nuevo
estaba en mi cama yo solo
no habías vuelto, no te perdí.

Los rayos, antes esperanza
aparente, fueron una perniciosa
muestra de locura y añoranza
hacia alguien que quería.

Y quise volver de nuevo
a tus abrazos y tu sonrisa.
Mas se acabó, ahora estoy despierto
vuelves a irte y yo a añorarte.

jueves, 19 de abril de 2018

Tú y yo, juntos siempre

Tú y yo,
juntos siempre, tan solemnes.
listos para vivir cada segundo
rodeados del otro y su suerte.

Miro a veces
por la ventana el paisaje
y da igual donde mire
te encuentro en todas partes.

Nos despedimos
de otro día juntos de ensueño
y, con tan solo soltar las manos,
ya te estoy echando de menos.

Miro las estrellas,
pienso que son muy bonitas;
mas, a tu lado, se quedan feas
a la mínima que esboces una sonrisa.

Que mi vida es
maravillosa cada vez que te abrazo
cada vez que te digo las palabras
que te hacen ver cuánto te amo.

Que mi vida será
algo que no conozco aún.
Pero no habrá ningún problema
si en mi mañana estás siempre tú.

Mi tiempo está aquí

Otra canción que suena en mi cabeza,
otra canción que me hace recordar
todos aquellos días de inocencia
que en esta canción supe guardar.

El proceder, aunque parece sencillo,
es misterioso y poco habitual.
Esa era mi forma de ser niño
y la forma en la que solía soñar.

Me levantaba como cada mañana,
de la cama y, tras el desayuno,
iba al colegio buscando andanzas
viviendo el presente en el futuro.

Entonces me sumergía de nuevo
en el mundo de mis fantasías,
ese mundo que ahora reino
con magia y bellas poesías.

Ese mundo antes era un refugio,
pero seguía siendo pura magia.
Era más de allí que de este mundo,
era allí donde siempre ganaba.

Y seguía la melodía conmigo
viajando entre portales
y usando distintos hechizos
para los tan distintos lugares.

La melodía acaba y yo vuelvo
al mundo real con sus historias
salgo por la puerta del colegio
y la inventiva se me agota.

Que antes temía el pasar del tiempo
teniendo toda la vida por delante.
Y ahora temo el futuro incierto
pues el pasado dejó de ser estable.

Que lejos quedan los bellos días
de verano en los que era tan feliz,
mas seguiré con mi mejor sonrisa
afirmando que mi tiempo está aquí.

lunes, 16 de abril de 2018

Sigue guiándome

Me sigo preguntando a veces
si de mí aun estarías orgulloso
He intentado hacer tanto
y bien me ha salido tan poco.
Hacer mucho ruido he intentado
pese a no tener demasiadas nueces.

Me pregunto qué me dirías
si vieras como estoy ahora.
¿Dirías que así soy feliz?
¿Dirías que la vida me adora?
¿Acaso estoy mejor sin ti,
ahora que no me guías?

Siguen quedándome recuerdos,
de tardes de invierno y de verano
en los que seguía tu guía.
Ahora son todos días extraños,
recuerdos de días lejanos de mi vida
días que echo mucho de menos.

Y quizás parece que fue ayer
cuando nos despedimos para siempre
cuando dejaste a todos vacíos
cuando todos perdimos tu suerte,
Mas hace cinco años que te has ido
pero no habrá día en que te olvidaré.

Que aunque no estás junto a mí,
te siento siempre muy cerca,
inspirándome,alentándome,
ayudándome a sacar fuerzas.
Y sé que siempre ayudándome
estarás para que sea feliz.

Que con otros puede pasarme
que sufra de nostalgia por crecer
sin ni siquiera darme cuenta,
mas lo tuyo puro es en su ser,
pues hiciste la vida muy buena
a aquellos que acompañaste.

No caerás nunca en el olvido,
siempre serás mi gran modelo.
Luchador, valiente, bondadoso,
todo elogio se te queda pequeño.
Haré que estés de mí orgulloso,
pero sigue guiándome en mi camino

lunes, 9 de abril de 2018

Seguir adelante

Hoy recuerdo a esas personas
que conozco de toda la vida.
Hoy recuerdo nuestra fecha:
mes diciembre, día treinta
que, no es fecha pues fija
no es, pero tampoco importa.

Hoy recuerdo una noche
que estaba con ellos en el río.
Y parece que allí entera
mi vida se sucede si piensas
en la de momentos bonitos
vividos que el río acoge.

Aquella noche, uno de los míos,
filósofo de pura vocación,
me habló de belleza y arte.
Y francamente emocionarme
consiguió con esta canción
que suena mientras escribo.

Y desde entonces en trance
entro al escuchar la melodía:
vuelvo a esa noche estrellada,
aquella noche quizás idealizada
pero que recarga mi sonrisa
y me ayuda a seguir adelante.

jueves, 5 de abril de 2018

Su nombre

Hace un tiempo fui al cine
con gente muy encantadora
a ver una película de anime
que abrió mi mente a nuevas cosas.

Quizás fue la música que sigo
escuchando en estos momentos,
quizás fue el mensaje más bonito
que escuchaba hacía mucho tiempo.

Que ver esa película fue tan especial,
que repetí la experiencia con la ninfa
y a ella incluso la supo marcar,
pues era más bella que todas mis poesías.

Y quizás tengan razón en que el amor
es más fuerte que todo lo demás.
Quizás deba seguir a la quinta dimensión
para ver si pensó para mí algo más.

Que mi ninfa y yo aún tenemos
muchas historias que vivir juntos,
recorriendo los arcoiris más bellos
que llegan a cualquier confín del mundo.

Que al salir del cine, supe sin dudar
que ella sería mi objetivo eterno,
aquella luz de cada despertar,
y su nombre la clave de mis sueños.

Por eso agradezco acordarme aún
de la gran Tokio y aquel pueblecito,
pues me enseñaron que, si estás tú,
toda felicidad habré conseguido.

La gran mentira

Antes la vida era una melodía,
antes la vida era pura pasión.
Ahora, preso de melancolía
hice sonar triste a un acorde mayor.

Antes todo iba por sí solo,
todo marchaba con tranquilidad,
era yo quien controlaba que todo
funcionara con normalidad.

Y ese anhelo a tener un mundo
de imposibles revuelto en mí
hizo que mi mundo ni junto
ni revuelto quedara al fin.

Quizás hice las cosas mal
quizás desde el principio.
Todo habría mejorado quizás
si hubiese sido menos niño.

Que soñé demasiadas cosas,
y recordé el daño perpetrado:
el herir a bellas personas
emponzoñar el futuro con el pasado.

Que al final son dos caras
de una moneda corrompida.
Corrompida por mis trampas,
por mi absurda gran mentira.