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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

domingo, 18 de septiembre de 2016

Voces del más allá

Sigo mi camino hacia algún lugar,
siempre con la misma pregunta:
¿de mi alma soy yo el capitán?
¿y mi destino que me augura?

Mi buen juicio es, con el recuerdo
de todas las cosas buenas que hice,
la luz en tan lóbrego sendero
en el que se va cuando se vive.

No obstante,bastante a menudo
siento la visita de fuegos fatuos,
tratando de hacer aún más burdo
a mi espíritu en su viaje más arduo.

Vivir, esa es la aventura más plena,
la que todos nos vamos a perder
mientras vivimos cada escena
que llenó nuestro proceso de ser.

Y en este camino, se oye lejos
a gente con mensajes variopintos,
mensajes que, de amor y paz llenos,
van del más allá a mis oídos.

Melodías de la noche más eterna,
sueños ahogados en lo desconocido
que sin embargo siempre quedan,
rompiendo la barrera de lo finito.

Y que ahora llevo la mochila
al completo de sabias palabras
que otros dijeron en su vida,
para llevar mejor todas mis taras.

Y lejos de esta realidad etérea,
que nos abruma en sus sombras
pero que en sus luces nos llena,
guardo para mí la mejor cosa.

Y esa cosa es el saber por siempre
que, aunque mi camino se borrará,
yo siempre tendré muy presente
a las voces mágicas del más allá.


jueves, 15 de septiembre de 2016

Hombros de gigantes

Tengo miedo y no es una novedad,
sufro en un silencio ascendente,
todo quejido se quedó en verdad
en mucho ruido y pocas nueces.

No gané asalto alguno todavía,
solo es que encajo bien los golpes
y me levanto con gran gallardía,
opuesta a mi espíritu mediocre.

Y quizás en el fondo puede ser
que algo no funcione normal;
que nada en mí este del todo bien,
que simplemente me odie sin más.

Pero no lo creo, ni lo quiero creer,
y algo dentro de mí lo dice a gritos,
cada día más fuerte llegaré a ser
que lograré forjar mi oculto destino.

Y a golpes me muevo aunque
no siempre sea hacia delante,
que queda camino hasta las nubes
y queda para los hombros de gigantes.

Y si me quiero, me quiero vivo,
quiero verme sobrevivir
ser lo que soy en cada quejido
y saber siempre resistir.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Poesía de luz

Existir, ardua tarea vivimos,
creces en la absoluta ignorancia
de que siempre te acecha el abismo
que elimina toda clase de abundancia.

La duda nos hizo reyes del escepticismo,
la realidad nos hizo cómplices del desastre
que te empuja al extraño nihilismo,
donde no hay razón de lucha que se salve.

La poesía, como la vida, está contaminada,
palabras vulgares, poetas del tres al cuarto
reinan por el Parnaso a una absoluta nada,
pues, como su criterio, las musas se marcharon.

Todo terrenal, todo es un proyecto efímero,
de buscar lo eterno a programar la obsolescencia,
que el amor se ha vuelto ahora algo nictímero
y dichos poetas coleccionistas de aventuras pasajeras.

Y nada queda, según muchos, al final del túnel,
el todo se reduce a la nada, que lo es todo,
y el hecho de que ahora de todo se dude
confirma que no todo lo que reluce es oro.

Hoy ha muerto la coherencia por enésima vez.
Murió el intelecto a manos del absurdo televisivo,
murió la moral cuando decidimos aquello que ver
y murió la razón frente a un espíritu subversivo.

Y sin embargo, muchos del abismo surgen,
y resisten contra nuestra extraña idiosincrasia
de su pecho emana la fuerza para que luchen
contra un mundo que ni les quiere ni les ampara.

Los que cultivan el intelecto antes que los bíceps,
los que resisten este mundo enteramente corrupto,
los que saben en  los tiempos que viven
y luchan por mejorar este lugar en un futuro.

Los que sueñan  cosas grandes y lo consiguen,
los que siempre ponen su grano de arena
los que, por muchos fracasos, nunca se rinden,
los que viven más allá de burdas apariencias.

Los que le dan al cielo gris un toque de azul,
los que creen en la amistad y el amor,
los que siguen en su interior la poesía de luz
los que viven la vida enteramente con el corazón.