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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

lunes, 2 de mayo de 2016

El tercer grado

Desperté, hace ya mucho tiempo,
en un lugar desconcertante,
un lugar sin dudas incierto
donde nada podía encontrarse.

Era amplio, oscuro y finito
y en los límites había barras:
una jaula era y con mis gritos
más y más yo me cercaba.

Era una jaula diseñada con miedo,
con emociones desterradas
que quisieron batirme a duelo
quisieron clamar venganza.

El miedo a morir pronto, a vivir
pero no demasiado, y a no hacerlo
sin poder lograr ser plenamente feliz,
miedo a no ser yo y a no querer serlo.

Hace ya muchos días, que no noches
vi que la jaula tenía un punto débil,
y que un corazón fuerte y noble
podría curarme de tal sepsis.

Y es que la mayor infección es
dejar que tu vida sea dominada
por algo que tu ni siquiera ves
pero que desde dentro te maltrata.

Algunas noches recuerdo esa trampa
y a veces logro entrar en ella
pero salgo siempre cada mañana,
gracias a que la ninfa está cerca.

Lo peor es que todos la tenemos,
y muchos ignoran los barrotes
para creerse libres por dentro
de algo que los absorbe.

Y lo verdaderamente horrible
es que algunos no pelean
olvidan incluso si viven,
y "viven"desde su cárcel interna.

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