No vale insertar monedas

Muchas veces digo que la vida

es el devenir más absurdo

que ha existido.

Y siempre digo que cada día

es una nota que apunto

en la canción de lo vivido.

Y es que la música es 

lo más parecido al querer.

La vida es armonía

en tanta medida como

la ignorancia nos domine.

El saber nos cuesta la vida,

nos hace sufrir por todo

es un sinvivir para el que vive.

Y sin embargo, no podemos

renunciar a ello como becerros.

La vida es todo felicidad

hasta que el turbio dinero

mancha todos.

Porque mutilar la igualdad

con papeles es de embusteros

y de golfos.

Porque mi fin es ser feliz,

lo otro, un medio para mi fin.

La vida es amor puro,

es un Sol mayor tocado

por una guitarra.

La vida es ese asunto

que crees haber estudiado

y de la que no sabes nada.

Y la sinestesia me guía de nuevo

en el camino de un vivir pleno.

La vida es eso que la televisión

quiere amargarnos

con noticias irrisorias.

Creándonos una ilusión

de que, hagamos lo que hagamos,

de ser infelices no hay escapatoria.

Sobran mensajes, faltan sonrisas,

faltan te quieros, sobran malas noticias.

La vida es, en mi cabeza,

una acorde de Mi mayor,

riguroso y positivo.

Y los que me rodean

son ese acorde de Sol

magia elevada a infinito.

Y es que es vivir concorde

a lo que creo el mejor acorde.

La vida es fantástica, siempre

y cuando sepas vivirla.

Mejor no te la pierdas,

porque todo perece

y aquí solo hay una vida

no vale insertar monedas.

Porque el dinero todo cambiará,

pero sin él, todo sería genial.