El más noble de los sentimientos

Tú no lo sabes pero, mientras no ves,
suelo mirarte una vez más
de la que tu lo haces.
Porque así puedo llegar a saber
si eres algo real
o artificio inexpugnable.

Tú lo desconoces, pero suelo girarme
cuando nos despedimos
para quedar seguro.
Y así saber que puedo marcharme
y sonreír al infinito
por haber tocado mi mundo.

Tú no me crees, pero para mí eres
un ideal hecho real,
una realidad hecha mi presente.
Porque aprendí que se puede
aprender a volar
si tienes quien te enseñe.

Tú me enseñaste que el tiempo
es relativo y, que el amor
es aquella fuerza que fluye.
Porque el amor mata el miedo
y hace nacer al valor
y hace que la debilidad se esfume.

Tú no me crees, pero no hace
demasiado tiempo que era
un crío estúpido que no sabía.
Porque creía en lo improbable,
en los cuentos de princesas
donde el verdadero amor no existía.

Tú lo sabes, aunque no lo digas,
pero permíteme que
te diga que te quiero.
Porque por ti entendí la vida,
y entendí que el querer
es el más noble de los sentimientos.