Villaverde

Hoy me dispuse a viajar
en mis recuerdos,
y ver hasta dónde podía llegar.
Hoy busqué como regresar
a la tierra de mis sueños,
al Villaverde en el que solía soñar.

Pero hace mucho que verde
no es esta villa,
y el color a favor de un gris se pierde.
Pero hace mucho que yo recuerde
que la pesadilla
llegó para que nada concuerde.

Tierra de butroneros
donde la vida de algunos
está en las vitrinas de un joyero.
Tierra de guerreros
donde antaño muchos
no eran más que humildes obreros.

La Gran Vía de antaño tenía
una felicidad guardada,
que ni la de Madrid poseía.
Ahora se respira la melancolía,
y la podredumbre acumulada
bajo los puente por la heroína.

Ya no hay luces ni ruidos
de felicidad abundante,
la policía los ha sustituido.
Y en Puente Alcocer ha habido
una explosión escalofriante:
eran los sueños de muchos corrompidos.

Y es que se hace difícil ahora
que lo proteges tú todo abuela,
ángel de esta tortura cegadora.
Vivir debe ser una experiencia abrumadora,
desde que el abuelo vuela
para protegernos a todos sin demora.

Volví a casa y pude comprender
que la fábrica de sueños
nunca Villaverde pudo ser.
Que todo sigue como solía ser
y que de mis sueños eráis dueños
tú y el abuelo, los mejores que pude tener.