Aprendiz de poeta

Cuidado con los frutos prohibidos
porque, como todo fruto habido
tiene en su interior semillas,
frutos no prohibidos de posibles pesadillas.

La poesía ha caído en las manos crueles
de la vulgaridad, dominada por infieles
a la elegancia, a la armonía, a la pureza
y por traidores de la rebeldía verdadera.

La poesía no ha perdido nada esencial,
salvo verdaderos poetas, que nunca están de más,
ahora todos se guían por el instinto
de consumar, perdiendo el amor por el camino.

Unos hablan de perder cosas que no se recuperan:
la virginidad en un aseo, o con revistas la inocencia.
Unos hablan de imposibles, que eso es la poesía,
pero han perdido la coherencia que siempre les regía.

La poesía no ha perdido el romanticismo,
son las personas, que creen que lo más bonito
es pagar la felicidad con palabras falsas y dinero,
cuando lo más bonito son piropos sinceros.

Los poetas no regalan versos de Neruda,
esos son farsantes de los que no se escucha,
los poetas le rendirían tributo solemne
a todos aquellos cuya poesía es de verdad excelente.

Los poetas son auténticos, por eso escriben
poesía en un mundo que ya no lo concibe
y el que crea que el amor es una falaz treta
de poeta, no sabe lo que es poesía verdadera.

Si eres de estos que se hace llamar
poeta, toma mis palabras sin pesar,
pero prefiero ser para siempre aprendiz,
y así nunca aprender, nunca aprender de ti.