-->
Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

sábado, 18 de noviembre de 2023

Viajes reales e imaginarios

Quiero irme de viaje bien lejos.
Lejos del doctorado, de los problemas,
de los dilemas que la muerte pone en la mesa
de una familia en la que todos se cogen de la mano,
a la par que del cuello. 
Quiero sentir el viento en la cara,
tumbarme en un mar de flores silvestres amarillas,
mirar los cielos grises desde una ventana
leyendo mientras algún libro de poesía...
Lo que sea, pero lejos de aquí.

Quiero irme de viaje bien lejos.
Me lo repito para ver si me armo de valor,
pero también porque lo deseo de verdad.
Quiero escapar de las meriendas de reencuentros,
de la terapia barata, de la necedad de un traidor
que bien no me quiere y por eso me harta a llorar.
Quiero salir de los absurdos compromisos autoimpuestos,
sentirme bien conmigo mismo, mirar al cielo
y no pensar que mi muerte está cerca,
ni pensar qué estoy haciendo con mi vida
ni qué demonios haré en un futuro con ella,
ni si hice que este día valiera la pena.

Quiero irme de viaje bien lejos, pero contigo.
Lejos de tus apuntes, en cielos muchos más azules,
como los que soñamos las pocas veces que pudimos.
Muchas veces me percibes en escenas opulentas,
en lugares que ninguno hemos conocido,
pero te aseguro que solo te necesito.
Imagina, los dos en una cama, una canción tranquila,
nuestras manos entrelazadas, intercambiando cosquillas,
que vayan desde las mejillas hasta la espalda,
que propicien besos que sean mezcla imprecisa
del candor de la primera cita
y el calor de miles de días a nuestras espaldas.
Quiero ver el brillo de tu sonrisa,
intenso como una galaxia,
perderme en el universo de tus ojos, soñar despierto
y que no pensemos en el futuro incierto,
sino en el intento de que este momento jamás acabe
y que se nos clave tan dentro que sea indescriptible,
a la par que tan simple como acabo de contarte.

Quiero irme de viaje bien lejos.
Contigo.
En un mundo que no deja de sonar,
quiero que me liberes de todo el ruido.
Quiero sentirme otra vez pequeño,
ante una sensación tan inmensa y familiar
como ver el brillo de tus ojos
mientras siento el roce de tus dedos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario