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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

lunes, 25 de marzo de 2019

Liberación

La tormenta cesó en mi reino.
La dualidad se resolvió por una vez.
Por primera vez en mucho tiempo
falta una musa a la que adorar,
falta una luz que me guíe.
Solo hay una nada inamovible
que es derribada por mi indómito
corazón huracanado.

El tiempo pasa y aún pienso en ti,
aunque no de la manera que lo hacía.
Te añoro, te aprecio, y puedo decir
que pese a todo aún te quiero,
que pese a todo aún no olvido
los días tan buenos que vivimos,
sin olvidar la muerte de las tardes
que el amor fracasaba.

Recuerdo las promesas cumplidas
y aquellas que cumplir no pude.
Recuerdo que hubo malos días
en los que nos íbamos perdiendo,
en los que el amor se agotaba
entre actitudes de desconfianza
y confianza en una posibilidad
nula de cambio.

Curiosamente ahora me doy cuenta
de qué estabas en el camino aposta.
Has sido el catalizador del cambio
por el cual aprendí a reinar mi mundo,
por el cual aprendí a preservar y amar
incluso cuando eso supone soltar
los lazos otrora aparentemente infinitos
que ahora se desconocen.

Y comprendo ahora que fuiste musa
y te llamé ninfa y juré amarte por siempre
en esta historia de amor ya conclusa
en la que nos hicimos también daño,
en la que no supimos sentir los errores
hasta el acierto de evitar las reconciliaciones.
No fui el compañero que tanto merecías,
de veras lo siento.

Sé que en el camino habrá personas
que nos hagan olvidarnos del dolor actual,
así como restaurar la química de las neuronas.
Las mías siguen llorando tu pérdida,
las mías siguen sonriendo con esperanza
ante un futuro en el que mis palabras
vuelvan a ser artífices de sonrisas
de alguien amado.

Ninfa del agua, te marchas de mis dominios,
pero siempre estarás en mi corazón.
Mi lealtad y mi amistad siempre contigo
estarán cuando el mundo te falle,
estarán cuando aciertes más en la vida.
A partir de ahora solo esbozaré sonrisas
cuando lleguen bellas noticias a mí
de que estás bien.

Te vas ninfa del agua, y una parte de mí,
se marcha contigo mientras una parte tuya
se queda conmigo hasta mi último latir.
Ahora soy yo quien parte en un viaje
a reinos nuevos en los que nunca estuve,
a reinos nuevos en los que siempre estaré
dejando las partes más débiles de mi ser.
Porque en todo viaje siempre dejas algo atrás
para volver más lleno.

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