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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

martes, 4 de septiembre de 2018

Trabajo de Fin de Grado

Hoy presento ante todos
mi trabajo de Fin de Grado,
donde brevemente relato
cuatro años muy completos
en los que mucho he aprendido
y poco he agradecido.

No quiero centrarme hoy
en la cantidad de conocimiento,
pues no es reconocimiento
para algunas de las personas
qué me han hecho la vida
más feliz aquí algún día.

Comienzo por el primer lugar,
y claramente tú, Natalia
eres la persona que destaca
en este periodo de mi vida.
Periodo que llenaste de amor
de sonrisas y de ilusión.

Mas no todo es cosa de ninfas,
y encontré otras muchas enseñanzas
que me ayudarán en el mañana
ante una vida que no es fácil.
Pero como diría César, es dura
la vida, pero más es la verdura.

Irene me enseñó lo que significa
ser alguien auténtico de verdad,
mientras Jorge me supo enseñar
canciones que serían compañeras
en las noches de estudio más largas
y en las más tediosas jornadas.

Aníbal brillaba en los estudios
pero más en nuestras quedadas.
Raquel, talentosa atleta jacetana,
aguantaba todas mis tonterías,
mientras María, su escolta eterna,
me dio lecciones de lealtad verdadera.

Isabel, además de excelente artista,
hace los estornudos más reconocibles,
mientras que su tocaya inconfundible
es la curiosidad materializada;
y su amiga Raquel derrocha paciencia,
debería ser ella la madre de la ciencia.

Nuria, además de mi sucesora,
es una persona digna de admiración.
y María con su sonrisa y su voz
puede arreglar cualquier mal día.
Mientras, Nacho con el chiste a mano,
te hace pasar mejor los malos ratos.

Tanto Ana como Sara me enseñaron
a bailar frente a la desdicha.
Mientras Alba siempre conseguia
sorprenderme con sus historias,
algo que con Lucía comparte:
ambas viven hechos rimbombantes.

Anita derrocha dulzura por cuatro
costados que debe compartir con Irene.
Mientras Rocío será siempre
una persona excelente para hablar.
Y Sara, la navarra, siempre evocará
aquel laboratorio tan especial.

Me dejo mucha gente, de todas clases:
artistas, deportistas, gente muy amable
gente con la que no hubo anclaje
pero gente buena, con mucha carisma,
como el bueno de Marcos,
siempre sonriendo y siempre calmado.

Hay mucha sabiduría, mucha gente
a la que poder llamar maestro
José Manuel sería el primero
tras una lista de varios profesores.
Y llegaríamos a las dos personas
que a todo esto más le dan forma.

Uno es Stefan, que siempre me da
más de lo que yo me merezco
y que siempre esta dispuesto
a quemar la noche y a vivir
un día lleno de buenas memorias
días de esos que hacen historia.

Otra es Celeste, cuyo nombre
le viene totalmente al pelo,
pues nunca vi mayor cielo
de persona que ella.
Me da igual que sea evasiva:
es un privilegio que sea mi amiga.

Y terminado el repaso por las gentes
que me acompañaron estos años
al menos de ellos unos cuantos
para evitar hacer de esto algo eterno.
Me queda dar las gracias a unas pocas,
algunas sin duda las mejores personas.

Primero mis amigas trilingües
y amantes eternas de las patatas.
Que sepan que me faltan las palabras
para estarles por siempre agradecido
por todo lo que me dan siempre
aún sin corresponder apropiadamente.

Por otro lado, todos esos amigos
que permanecieron a mi lado
hasta el final de estos años.
Lo siento por aquellos que descuidé,
o por aquellos que perdí,
mas gracias por una vez estar ahi.

Por último, mi familia, pilar
esencial de todo mi mundo,
haciéndome ver todos juntos
que siempre hay alguna salida
y que la vida es para aquellos
que pelean sin tener miedo.

Con esto termino mi defensa
y pronto empiezo una nueva etapa.
Da igual si en estas palabras
estás o ni siquiera apareces.
Si pasaste estos cuatro años por aquí,
gracias por hacer mi vida algo más feliz.

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