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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

lunes, 27 de agosto de 2018

Un viejo felpudo

Toda la vida me la he pasado
arrastrado por el suelo,
llenándome de daño y duelo
y siendo siempre humillado.

Siempre he sido un idiota
que pretendía ser de ayuda.
Perdí mucho y gané nunca,
me fui destruyendo como persona.

He dejado que otros me pisen,
y me borren las ganas de sonreír,
muchas veces quería morirme
sin darme cuenta que esto no es vivir.

Tan solo soy un triste felpudo
con un letrero de bienvenida
borrado que tan solo aspira
a tener algo de orgullo.

Pero por mi vida la gente pasa,
se sacuden los pies y se limpian
todas esas muestras de inmundicia
y, sin dar las gracias, se marchan.

Y ya sin mensaje alguno y sucio,
y sin ganas de cumplir mi función,
la gente busca mi nueva ubicación
pues mi miseria no es su asunto.

Y siempre estaré solo esperando
en las puertas de las vidas de otros,
hasta el día que, completamente roto,
acabe siendo finalmente desechado.

domingo, 26 de agosto de 2018

Canciones para toda la vida

Con el tiempo en mi contra
en este verano que sabe
a un beso de despedida,
a una voz que se ahoga,
yo escribo poesías
de historias memorables.

Y no hay mayor historia
con derecho a ser recordada
que el paso de mi tiempo.
Y es que solo soy ahora
una parte de todo lo complejo
que encierra mi alma.

Y para todo momento de la vida,
para cada triunfo inesperado
y cada derrota ineludible
siempre tuve estas dos melodías
haciendo lo imposible
para mantenerme animado.

Daba igual de día o de noche,
daba igual invierno o verano,
daba igual la era de mi vida,
pues siempre hay ocasiones
para sacarse una sonrisa
con ese guitarrista extraordinario.

La vida nos pone trabas siempre,
pero nunca hay que olvidarse
de tener ganas de sonreir.
Y me faltarán días y veces
para cantar Sultans of Swing
y con Walk Of Life relajarme.

Y es que aprendí que, en la vida,
las personas van y vienen
y solo las mejores se quedan.
Pero las canciones son distintas
y, canciones como estas,
viven contigo hasta que mueres.

lunes, 13 de agosto de 2018

Finales felices

Seis años hace ya de esto,
y todavía existen días
donde me siento superado,
donde aún me veo
en sus paredes encerrado
buscando una salida.

Hace mucho que vi truncar
los proyectos de vida
por unas ciertas personas
que me hirieron sin piedad
y destruyeron mi historia
y borraron mi sonrisa.

De pantomimas vivimos
aquellos momentos
que serían los finales.
Todo lo que había compartido,
todos mis ideales
se derrumbaron al suelo.

Y sonó está canción
y supe una gran verdad
que marca tú existencia:
y la canción tenía razón
la vida tiene una ausencia
de finales de felicidad.

Todo acabó en pedazos,
tantos años construyendo
para reducirse todo
a un corazón malogrado
que vio reducidos a polvo
todos sus sueños.

Por suerte, Dios aprieta
pero nunca ahoga
y mi suerte cambió.
Recuperé todas mis fuerzas,
renació mi corazón
y crecí como persona.

Pero la realidad es la misma,
y mi instinto lo predice:
la vida te pone luces y sombras
por su senda finita
pero con lo que nunca te honra
es con finales felices.



jueves, 9 de agosto de 2018

Remordimiento

Anoche pude pensar largo
y tendido sobre la vida que tengo,
esa vida que antaño
creí tener tan lejos,
pero que ahora es el presente
y, cuando los ojos cierre,
será un pasado inalcanzable
en un futuro incierto.

Sigo siendo el mismo crío
que era hace unos años:
los miedos son los mismos
faltan siempre resultados.
Sigo con los mismos lastres,
añorando las mismas tardes
que he revivido mil y una veces
cuando dejé de tener fuerzas.

Sigo estancado en Madrid,
sin opciones de ser una promesa.
Solo pospongo un sinfín
de eventos ya debieran
haber sucedido pero que dejé 
morir en los lamentos del ayer.
Sigo con las mimas excusas,
y cada vez con menos consuelo.

Pierdo apoyos, pierdo fuerzas,
me duele el cuerpo y pienso
que solo es mi conciencia
devolviendo el daño que he hecho.
Aquí sigo, luchando en balde,
contra imponentes rivales
a los que jamás podré vencer,
y es que nadie vive para siempre.

Soy de los que hace castillos
que siempre se desmoronan:
en el aire para caer al vacío,
o bien en la arena y las olas
se tragan mis últimas esperanzas,
o bien uso una baraja de cartas
y dejo que la más leve brisa
me deje de nuevo en el principio.

Soy de los que escucha
la misma canción mil veces
intentando parar la locura
de vivir cuando envejeces.
Trato de parar el tiempo,
trato de mirarme al espejo,
trato de convencerme siempre
que debo seguir adelante.

Y he aprendido a vivir conmigo
y con la tristeza que emano.
Es por ello que, aun sin motivo,
mi lucha no parece en vano.
Solo gasto todos los minutos
que me dio este triste mundo.
No quiero morir ni querría nunca,
pues siempre dejaría cosas sin hacer.

Posponer, enmendar, corregir,
arreglar, tratar, resolver.
Palabras que solo quieren decir
que siempre tendré un quehacer.
Si sumas pasado, futuro y muerte,
solo una palabra suena en mi mente.
Solo queda hueco para el remordimiento,
pues nunca seré lo que quise ser.

sábado, 4 de agosto de 2018

Demasiado amor también mata

Solo soy las piezas de aquel
que una vez quise ser.
Veo atrás y veo derrotas
y veo lo que el futuro depara:
la ausencia de victoria,
como si vivir no valiera nada.

Solo soy la sombra de potencial
al que una vez pude aspirar.
Pero el pasado es carga pesada,
y el futuro me amedentra
y ambos por la misma palabra,
ambos por la misma idea.

Amor, amar, dar y recibir amor
fue siempre mi preocupación.
Creí que amar sería el camino
para obtener la felicidad,
pero la realidad que vivo
es que no todo consiste en amar.

Tenían razón cuando me decían
que mucho amor me mataría.
Pero nunca interpreté las señas
de la forma más adecuada.
Y es que la cosa más cierta
es que demasiado amor mata.

Amar unos ideales imposibles
que, con los años, inservibles,
solo los puedes abandonar.
Amar a personas que nunca
te devolvieron la bondad
que les distes con dulzura.

Estar solo en luchas que muchos
tachan de ser algo absurdo.
Creer en la bondad de otros
y en las segundas oportunidades
deja de ser un gran logro
tras tantos sucios puñales.

Por eso solo soy las piezas
y la sombra de lo que era.
Porque las personas fallan,
porque las personas hieren
que demasiado amor también mata
que por demasiado amor también se muere.

jueves, 2 de agosto de 2018

Mis recuerdos, mi historia

Siguen pasando involuntariamente
los años y, con ellos, las compañías
se van, vienen y a veces no vuelven.
Y, aunque con cada año pasado te alejas
más de aquellos lugares que te vieron
crecer, a veces el pasado llama a tu puerta.

Yo siempre querré luchar por ese tiempo
que compartí con personas maravillosas,
o ese que compartí con seres embusteros,
pues todas esas cosas son mi vida
y que yo recuerde es todo lo que queda
en vistas de que el resto del mundo olvida.

Si el pasado me busca, solo tiene que ver
que sigo siendo ese niño asustado
que tanto miedo tiene a crecer y envejecer,
tan solo por el hecho de que todo camino
haya sido andado sin fin alguno
o que se borren las palabras que he escrito.

Si el pasado llama o aparece por accidente
entre las calles de mi barrio o en los pasillos
del supermercado, que sepa que yo siempre
seré el que busca ser saludado y nunca
se acerca por miedo a cuestiones irracionales
que en las noches de verano me perturban.

Nombres, personas, momentos, memorias
megas, gigas, teras y petabytes de recuerdos
en alta resolución que forman mi historia
que son todo lo que soy en este presente.
No sería el científico, ni el aprendiz de poeta,
si algo en mi vida hubiera sido diferente.

Y siempre veré a lo lejos a las personas
donde el recuerdo evocado es unidireccional.
No pasa nada, ser un fantasma no importa,
no pasa nada por no haber sabido dejar huella,
quizás, en el fondo, no sea lo más esencial,
quizás no necesite que nadie llore cuando muera.

Pero da igual que tenga la vida para mí
y cuál sea el misterio que tenga el más allá,
mis sueños vienen conmigo hasta el fin.
Siempre tendré esa suerte y esa magia
para ver todo de una forma positiva
y seguiré así hasta mi última mañana.