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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

viernes, 6 de julio de 2018

Dolor, derrota, sufrimiento

Lluvias de ataques, tormentas
de ponzoña que rompe
todas mis defensas.
Rencores que, aun pasados,
no fueron resueltos
y rara vez hablados.

Por eso creé esta coraza
y me pedíais siempre
que me la quitara,
pero la triste realidad
es que nunca
la debería abandonar.

Me expongo demasiado
sin poder controlar
un corazón desbocado.
Siempre oculté sin éxito
mi mente visceral
en un corazón ecléctico.

Y muchos dicen qué soy,
cuando ni siquiera
sé yo a dónde voy,
y me llaman hipócrita.
Quizás me sobren
bondad y retórica.

Que yo cierro las heridas
aunque requiera
todo el tiempo que viva.
Que donde algunos observan
mi falta de orgullo,
solo doy tregua a mi cabeza.

Que no quiero tener cargos
sobre mi conciencia,
porque no quiero ser malo.
He luchado contra mis espectros,
pero son las personas
a las que más miedo tengo.

Y que no quiero seguir
abriendo el escudo,
porque me abro a sufrir.
Que me duele perder
mucho más
que el no poder vencer.

Quisisteis que no temiera,
pero ahora duele más
una compañía que su ausencia.
Me quedo más solo cada día,
y conteniendo el dolor
que me producen las despedidas.

Gente que viene y sin más se va
y que gente que no quiso
irse, ahora se quiere marchar.
Y creo que no podría ser peor,
pues mis esfuerzos
solo me dejaron vuestro dolor.

Y soy como soy, porque, si no,
sería como otros
a los que nadie quiere alrededor.
Siempre fui por vosotros sincero,
pero por vuestra incredulidad,
poco a poco, día tras día, me muero.

martes, 3 de julio de 2018

Rayando el sol

Mis veranos fueron siempre,
incluso cuando no era así,
pura poesía.
Y es que siempre había
un genio dentro de mí
que escribir deseaba.

Recuerdo, con la nitidez
de quien puede revivir
infinitas veces
los recuerdos que tiene
tan dentro de sí,
aquellos días de verano.

Esos viajes de carretera
los revivo cada año
que vuelvo
allí de donde provengo
y allí donde me resguardo
de la gran ciudad.

El viento te acaricia
mientras contemplas
la inmensidad
y la belleza singular
que tiene la tierra
que llevo en mí.

Mi familia a mi lado
y la canción que suena
nos acompañaba
en viajes cuya magia
era recorrer sierras
donde rayar el sol.