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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

viernes, 29 de septiembre de 2017

Xenos: cara A

A veces la vida solo son
gotas de agua que tocan,
que mojan, que calan
y que matan mientras lloras.

La inocencia es un don
que no a todos les corresponde,
pues muchos saben demostrar
que el hombre es un lobo para el hombre.

Una diferencia pacífica
es razón suficiente
para que una mayoría malvada
olvide cómo ser indulgente.

La clase un campo de batalla,
los libros, diana y trinchera,
el patio mi templo y yo su ermitaño:
la soledad me alivia y me envenena.

¿Por qué? Si no te he hecho daño.
¿Qué ganas haciéndome tanto daño?
¿Tanto te molesta que crea
distinto a lo generalizado?

Que mi casa ya no es refugio
mientras saltan los mensajes,
pues tu acoso se traslada
también a las redes sociales.

Yo ya no puedo seguir
viviendo bajo tu tormento,
viviendo bajo tus humillaciones
viviendo sin risa y con miedo.

Y nadie le para los pies,
ni compañeros ni profesores.
Todos serán cómplices de mi muerte,
pero muchos serán los primeros que lloren.

Tú ganas, porque me has quitado
todo sentido a mi existencia.
Digo adiós al estrés y al insomnio,
digo adiós a tu crueldad sin clemencia.

Los verdugos serán de mil formas,
las víctimas de mil modos.
Pero, si no le ponemos remedio,
solo habrá un fin para este acoso.

lunes, 11 de septiembre de 2017

La luna y el viento

Este poema comienza
sutil, como el reflejo
de la luna llena
en un estanque,
solo para encontrarse
con un pétalo cayendo
que nubla la imagen.

Un crescendo paulatino
prosigue a continuación.
El pétalo danza movido
por el viento.
Parte a su paso el espejo
que antes la luna usó
para ver su aspecto.

Más pétalos arrancados
por el viento que
los mueve ocultando
a la belleza nocturna
que es la bella luna.
Se la oye desfallecer
y desear estar oculta.

El viento, que la oye,
crea un gran tornado
para una gran noche.
Los pétalos forman
perfectos ahora,
dando lo deseado
a la luna que llora.

El viento, no conforme
lanza al cielo infinito,
cientos de flores
a la expedición suicida
de hacer que sonría
la luna que da brío
a las noches más sombrías.

Los pétalos dan vueltas
sobre su mundo,
mientras en su tarea
el viento persiste,
buscando lo imposible,
pero os aseguro
que él nunca se rinde.

Porque cualquier poema
es bella alegoría
de mi existencia
junto a ti.
Yo seré tu viento afín
y tú la luna que sonría,
por siempre y hasta el fin.

Porque daré toda entera
mi vida a hacerte
bellos poemas
que te puedan retener
esa sonrisa en tu tez.
Que siempre voy a quererte
y que nunca te quiero perder.

domingo, 10 de septiembre de 2017

El sueño más grande

Tenía quince años
y soñaba con ser feliz.
Quería encontrar el amor
ese era mi fin.
Iba quedando prendado
bajo presunta atracción
de chicas de ensueño
que se quedaron en sueños.

Crecí buscando respuestas,
y buscando cómo amar.
Pero no entendía nada,
solo sabía lloriquear
en envenenados poemas
que nada ocultaban
tras el arte estético
de mi sentir patético.

No me rendí nunca,
pues mi gran sueño era
demasiado grande
como para que se fuera.
Debía seguir mi lucha
contra aquellos gigantes
que solo eran molinos
en mi intelecto reducido.

Fue entonces cuando
te conocí por sorpresa.
Principios confusos
para llegar a la primavera,
en la que me quedo claro
que un amor infuso
había llegado a mi vida,
había llegado a mi poesía.

Te hice mi inspiración,
del agua la ninfa.
Jamás en la vida tuve
mayor inspiración divina
que cuando con pasión
tu amor hasta a las nubes
le cantaba con una sonrisa.
Pero esto aún no termina.

Tú, el mayor ejemplo
de que la serendipia
es algo que es real.
Que después de tantos días,
aún te rimo en mis versos,
aún suspiro con pesar
cuando toca despedirnos
y callo más de lo que digo.

Porque me faltan vidas,
días repletos de tu esencia,
para decirte lo mucho
que mejoras mi existencia.
Porque eres la mejor poesía,
ese sueño que, inconcluso,
agarro entre mis manos
y le repito lo mucho que lo amo.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Mi dulce viaje en carretera

Quizás te sientas extraña,
como si algo
no fuera del todo bien.
No te preocupes,
pues te prepararé
el mejor de los descansos.

Quizás te sientas invadida
por los problemas,
como si realmente mal
algo pudiera salir.
Tranquila, que aquí está
la ayuda que deseas.

Quizás te sientas incompleta,
como si de nada
sirviera mi presencia.
No te frustres demasiado,
mi apoyo por siempre queda
para todas tus batallas.

Quizás te sientas estática
sentada leyendo
este poema sin sentido.
Pero solo quedan unos días,
para llenarte de mimos,
para comerte a besos.

El tiempo avanza y esta
pequeña odisea
poco queda para que acabe.
En pocos días todos
los momentos en el aire
bajarán a la tierra.

Porque este día y todos
los que nos quedan
serán lo mejor vivido,
siempre que tu amor
se quede conmigo.
Mi dulce viaje en carretera.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

En llamas

Nuevo día, nueva contienda.
Nada de fantasías,
pues el mundo real
es mucho peor
de lo que imaginas.

Golpes, puñaladas traperas
por doquier.
Es para tener miedo
pero también
es para ser fiero.

Abandonadas trincheras
de mi corazón.
Me dejaron solo
condenado a morir,
mas entregado a vivir.

Extrañas progresiones
sigue la rima
que oculta secretos
y carga el peso
de mis emociones.

Nuevo día, nueva contienda
y estoy ardiendo
en deseos profundos
de ser un vencedor
y en inconfesables miedos.

Nuevo día, nueva estrategia.
Mi fuerza renace
y arden mis manos.
Listo para todo
a por otro día vamos.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Viola: cara A

Fue una noche de estas
que salí a pasarlo bien
y, sin poderlo parecer,
la suerte parecía estar cerca.

Nunca olvidaré tu nombre,
mas tú el mío ni recuerdas.
Solo era Viola, la presa
de un juego lleno de horrores.

Tan inocente con mi vestido,
rojo como la ira del desenlace
de la noche que comenzaste
con falsas muestras de cariño.

Te contaba mis ideas soñadoras
sobre el feminismo y la sociedad,
mientras comenzabas a mostrar
intereses donde no estaba mi boca.

Aunque combatir machistas es mi fuerte,
mis filtros no te detectaron a tiempo.
Por eso unas copas me hicieron
elaborar un juicio imprudente.

Solo quería unos cuantos besos
y quizás, tras una cita agradable,
podríamos llegar a lo inimaginable.
Pero tus planes no eran esos.

No te provoqué, es culpa tuya
no entender mi clara negación.
No me merecía que en ese callejón
me rompieras la ropa y la cordura.

Te grité y te supliqué que no,
pero ya era demasiado tarde.
Eso que guardaba para quien me amase
me lo quitaste jugando a ser Dios.

Terminaste y yo, consternada,
solamente llorar sabía.
Entonces tu mano mi mejilla
golpeó para dejarme ahí tirada.

Fue la peor noche de mi vida,
mil y una veces me arrepentiré.
Solo espero que nadie otra vez
encuentre en ti su mayor desdicha.

domingo, 3 de septiembre de 2017

El regreso

Hoy vuelvo a los verdes prados
y al castillo
que encierra los misterios
de mi mente inquieta.
Vuelven las voces de mi cabeza
con el miedo
a encerrar en suspiros
todo terror pasado.

Se oyen los tambores a lo lejos,
pues la guerra
nunca quedó por zanjada
y nunca lo hará.
Se oyen destellos de luz fugaz,
que no engañan,
que llevan a la gran puerta
que esconde el cielo.

La pradera con su pelo acaricia
el cielo mientras
este le responde peinando
su verde y sus flores.
Detrás mías solamente se oyen
truenos impactando
contra lo que era mi conciencia,
ahora marchita.

Pero no importa el camino,
no importa nada.
Al día le sucede la noche,
temperamental y ominosa.
Nunca hubo aquí tal cosa
que de reproche
fuera valiosa. Y es que falta
buscar faltas nunca hizo.

La guerra aquí es un invento,
una ilusión
un dolor que te irradia
y envenena.
Sin embargo, aun sin guerra,
la paz falta,
todo es una gran confusión
del propio tormento.

Y a la noche, nunca malvada
mas sí perniciosa,
le sucede siempre otro día
con otro misterio.
Cosas de este mundo eterno
que nunca termina.
Hoy vuelvo de la vida ominosa
hoy vuelvo a casa.

viernes, 1 de septiembre de 2017

El mar de fuego y el guardián del cielo

La paz murió súbitamente con un bramido:
se acerca una guerra
y las tierras que una vez descubrimos
ahora nos toca defenderlas.

Intrusos, traidores y demás arpías buscan
colapsar mi vasto reino.
Puede ser que yo propiciara la lucha,
pero ahora me toca vencerlos.

Hordas masivas asedian todo lugar
que no pude defender.
Me lanzo desde los cielos para luchar
me lanzo para vencer.

Defensores del cielo, mártires terrenales,
duele paisaje tan oscuro.
Duele ver un contraste semejante:
cientos contra solo uno.

Impacto contra el suelo y saco mi cayado,
si tan solo toda la gran magia
pudiera ayudarme contra los malvados
que quieren ver caer mi patria.

Lluvia de hechizos contra un enemigo
hastiado de mi existencia.
Defensa estoica contra lo nunca acontecido:
el resurgir de mi esencia.

Un mar de fuego toma el campo de batalla
y, de dentro de ese infierno,
sale mi fuerza para tomar la revancha
y recuperar mi reino.

Chispas atraviesan el cielo, pareciendo
una bella lluvia de estrellas.
Me protejo, ataco, voy ganando terreno
con fuego dejando una estela.

Sus filas diezman ante el gran fragor
del poder de mi magia.
Fuego, agua, truenos dan color
a  tremenda hazaña.

Surco el cielo, esquivando sus ataques,
disparo, me defiendo.
Ellos buscaban aquí una masacre,
creo que se confundieron.

En el abismo de mi reino, los restos
de la tropa enemiga.
Planean un contraataque directo
para dejarme sin vida.

Defensores del cielo y solo por hoy,
vencedores en la tierra.
en un último ataque, el final, les doy
mi última sentencia.

Las tierras que un día se hicieron mías,
las defenderé para siempre.
Ni brujos, ni orcos, ni nereidas ni arpías:
esta tierra me pertenece.