La bioquímica del amor

Muchos dicen que poesía y ciencia
son cosas que están reñidas.
Yo, donde la felicidad se encuentra,
lo atribuyo a la oxitocina.

Muchos dicen que con ciencia rimar,
no es que sea sencillo.
Me parece más duro conciencia crear
encontrando versos pegadizos.

Y es que la ciencia del amor,
y la poesía como expresión inexacta,
dan lugar a la formación
de una realidad enrevesada.

Por ejemplo, cuando te veo,
mi sinapsis se estimula
y la poesía trae los versos
de los que te hago mi musa.

Cuando te beso y me tranquilizo
son hormonas que se liberan.
De ahí mi expresión de alivio,
de ahí que tanto te quiera.

Cuando te ví la primera vez,
taquicardias intensas yo sentía,
pues tu ser tiene el poder
de aumentarme la adrenalina.

Lo único que le falta a mi teoría
es el alma que quitan los ineptos:
esa que tú me das para hacer poesía,
esa que da vida a mis sentimientos.

Y por eso te quiero y te amo,
y es que tenemos mucha química.
Por eso aguantas hasta mis versos malos
en los que rimo química con bioquímica.

Al futuro, sin billete de vuelta y contigo

Hace poco escuché que el amor
que existía en los años ochenta
era único. Que era el mejor.
Era la felicidad pura y plena.

Yo siempre he sido un enamorado
de aquella década luminosa
Pero temo no creer confiado
en dicha afirmación ominosa.

Y es que la falta de todas las luces
hace no ver un camino recto,
un camino que a dos siempre une
desde lo finito hasta lo eterno.

Y no hay malos poetas, dando la duda
de si acaso es mala la inspiración.
Pero son los ideales, y no las musas
las que provocan tanta confusión.

Pues el amor verdadero es puro:
enseña en la tormenta sonreír,
enseña lo bello que es el mundo
te da ganas de querer sobrevivir.

Y sé que esto no es una falacia,
porque tu grandeza aquí está.
Junto a mí, dándome la calma
que tantas veces puedo necesitar.

Regalándome la mejor de tus sonrisas
haces que cada día más te ame.
Desearía hacer un trillón de poesías
diciendo cuánto te amo al detalle.

Y suena una canción muy melódica
de "Regreso al futuro" y suspiro,
pues haces mi vida menos caótica,
pues solo quiero mi futuro contigo.

Tríada sombría IV

La guerra ha terminado para los dos.
Un año más y una lucha menos.
Una vez más vuelvo a ser vencedor:
ya no intoxicas mis recuerdos.

Se ha acabado ya toda la parafernalia
de tus risas y tu tonta soberbia.
Me prohibiste llamarte por tu alias,
como si eso me importara siquiera.

Hoy no te he visto, pero otros días
lo hice. Tuve miedo, me vi vencido.
Pero supe por muchas habladurías
que todo rumbo tú has perdido.

Vives perdido en una falsa ilusión,
en la que eres de todo el rey,
en la que todo es por tu ley,
y una nariz rota es una condecoración.

Esta es la batalla final de mi psique,
la fuerza de una ola de mar,
la de un trueno en su bramar,
es la que uso para poder ser libre.

Y soy libre, libre de tu tormento,
soy libre de esas noches con terror.
He vencido y, con ello, mis anhelos
se libran de ti., pues esta vez gané yo.

Triada sombría III

La intensidad de nuestra lucha
ha aumentado hasta su culmen.
Ahora queda un día, y la duda
de quien aspira a la alta cumbre
se justifica mejor que nunca.

Cinco años hace que el abismo
cambió de golpe mi vida entera.
Recuerdo ver "El club de los cinco"
y que el veinticinco la contienda
acabó destrozando todo mi sino.

Quizás tanto cinco sea casualidad,
o quizás todo tenga algún significado.
En realidad, ya todo da bastante igual,
pues mucho tiempo ya ha pasado
desde que era aquel estúpido zagal.

Y cometí muchos errores en un intento,
de integrarme en lo que creía vida.
y es ahora cuando en verdad comprendo
que tu vida es y era triste y vacía
y por eso la llenabas con el sexo.

Tú y tu arrogancia  más que superflua
que, siendo todos personas decentes,
te dedicaste a abrir una falsa brecha
basada en fantasías de tu pobre mente,
el único sitio donde aún vales la pena.

Se acaba el tiempo y, con él, el influjo
que ejerces en mí durante esta triada
de días malditos en mi nuevo mundo.
He ganado dos guerras, pero mañana
será cuando ponga fin a este asunto.

Triada sombría II

La batalla de las sombras ha traído
la lluvia a Madrid de nuevo.
¡Qué intenso parece el desafío!

Día de luces, pese al inicial aguacero
y a las sombras que atormentaban
parece que esta vez ganaré el juego.

No tienes la fuerza de la que hablabas,
no tienes valor, ni tampoco valores,
más pixel muerto que sombra alargada.

No es que no valgas, es que no aportes
lo que te hace que la soledad que me diste
vuelva a terminar de corromperte.

Y aún siento el fuego, aún me persigues
pero no queda sitio para la tristeza
he ganado todo lo que tú perdiste.

Sarcásticamente no es que lo agradezca,
pero en verdad mucho me ayudaste
a mostrarte lo que es la pura miseria.

Mira a tu alrededor, busca el volante
que guiaba tu aparente buena vida.
Estás solo y solo tú te lo buscaste.

Y acabado el día de hoy, el segundo día
llega cargado recuerdos variopintos.
Esta vez, la absoluta victoria será mía.

Triada sombría

Tres días grises se avecinan,
tres días de yo contra mí mismo,
tres días de recordar vivencias
tres días de probar mi estoicismo.

Un primer día, el comienzo,
una casa en las montañas
una silla que alza el vuelo
como en una casa encantada.

Un segundo día, la distorsión
una realidad entre secuencias
de película y una premonición
que no esperé que se cumpliera

Un tercer día, un desenlace,
la vida te golpea y te cambia,
pero de las secuelas fatales
de todas esas nunca se habla.

Empieza un año más, y con este
va un lustro, que años son cinco.
Nuestra lucha vuelve a mi mente,
espero en tres días haberte vencido.

Fotografías

¿Qué es un plano en un universo

hecho a dos dimensiones?

Puede que sea un claro reflejo

o la reina de las distorsiones.

¿Qué son veinte personas

en un grupo de sesenta?

Un dibujo que esboza

una realidad incompleta.

Una realidad más que ausente,

una ilusión que se aparta demasiado.

Un truco de edición de mentes

para enmascarar todo mal pasado.

¿Qué es el número veinticuatro,

sin el veintitrés o el veinticinco?

¿Qué puede ser adicionado

si existe solo como uno entre infinito?

Significa que el espacio no es

y, por tanto, el tiempo no sería,

que mis palabras no van a perecer

pero que no acabaré esta poesía.

¿Qué sería sonreír y mentir

si se hacen al mismo tiempo?

Sería corromperse porque sí,

olvidarse de vivir el momento.

¿Qué sería transformar todo

en una mira de gran precisión?

Sería la muerte de cualquier gozo,

un presente privado de emoción.

¿Qué es la vida si no fotografío

cada uno de mis momentos?

Será mi vida, esa que vivo

y lleno con bellos recuerdos.

¿Qué seré yo si en mi vida

tú algún día me faltaras?

Sería otra de esas fotografías

que andan carentes de alma.

Corazón bravo

Y la tierra se abrió para dar
el más profundo de los abismos,
ese que el peor de mis destinos
le quiso ahora entregar.

El mago, de nuevo en apuros,
en la encrucijada más amarga
contra los poderes oscuros
de su sociedad tan distorsionada.

Y es solo al cerrar los ojos
y sentir el aire entre los dedos,
que aparta de sí el trampantojo
de que no puede volver al cielo.

La batalla del abismo por la salida
ya ha comenzado y es fiera,
no importan las batallas perdidas,
importa solo ganar la guerra.

El mago sigue la lucha, atacando
a la defensa más férrea;
y defendiendo a lo que ha amado
con su magia más etérea.

No importa cómo, subirá a lo más alto,
el mago no se rendirá sin sufrir,
es su corazón ardiente y bravo
el que le hace querer luchar hasta el fin.

En verdad, no hay objetivos grandes
y nunca los hubo para ser sinceros
solo villanos demasiado intimidantes
y héroes que se creen muy pequeños.

Y lucharemos hasta el fin del tiempo,
mi destino a cada paso escribiré
y surcaré algún día el inmenso firmamento.
Veréis como algún día lo lograré.

Perderte

Una proyección de un hipotético día futuro,
un sueño que desearía ya haber acabado.
La impresión de que la lluvia ha empezado
la sensación de que  es el fin de mi mundo.

Una imagen diáfana en un quebrado espejo
que te muestra a mi lado, pese a no estar,
que me besa y me da esa tranquilidad
que ahora solo posee mi desgraciado reflejo.

Una sombra surca el fondo del gran salón,
las ruinas de la concordia dieron al declive
que forman cada una de las cosas que no dije
y que pudieron evitar nuestra perdición.

La realidad se distorsiona aun más si puede
cuando recuerdo lo mucho que sonreías
antes de que mis palabras fueran la elegía
por tu marcha aquel día de noviembre.

No es el frío esta vez el que me hiela
es verte por los rincones de la casa
donde compartimos un amor que se paga
con lágrimas de lamento e impotencia.

Pero cierro los ojos, los vuelvo a abrir,
y estás a mi lado, dormida en mi pecho.
Es real, y todo lo demás, fue un sueño
que intentó enseñarme sobre el porvenir

Y te beso mientras un veloz amanecer
ilumina la hermosura que tú eres.
Deseo que nunca jamás me sueltes,
deseo que  nunca jamás te pueda perder.