Bello misterio

Dos notas de guitarra,
que, repetidas,
hacen rimas
de lo más elaboradas.

Una sonrisa, la tuya,
que mata
cuando calla,
y da vida si perdura.

Unos centímetros de piel
que, sentidos cerca,
curan toda mi pena,
y hacen que pare de llover.

Unos ojos, corrientes
según ella;
mas desde fuera,
son felicidad inherente.

Unos días, los nuestros
que ella hace
algo inefable
y puro en sentimiento.

Otro día más sin poder
entenderla,
que no quererla,
esa maestría ya la logré.

Y es que no entiendo
como consigue
la ausencia de declive
desde aquel treinta de enero.

Y es que no puedo concebir
su poder interno,
pues es un misterio,
un bello misterio para mí.

Se me olvidó lo que era
sufrir en la vida,
pues es pura poesía
cada día que estoy con ella.

La primavera volvió a mí,
la poesía con ella,
la musa verdadera
un bello misterio para mí.

Presente perfecto: mi tiempo verbal contigo

Escribo de nuevo en lugares

inadecuados debido a la musa,

que me inspira en desfase 

con mis estados de cordura.

Preguntas surgen en momentos 

en los que la lectura

de mis propios versos

me generan ciertas dudas.

Pues sigo estancado

en las estructuras constantes

de un oscuro pasado

cada vez más aberrante.

Lo único que ha cambiado

es que, en alguna ocasión,

los versos han separado

partes de una misma oración.

Porque cambió el hombre, 

en  algunas cosas para mejor,

aunque sigue su alma noble

pues el poeta no cambió.

Y quizás es por eso que mi musa

sea el ejemplo puro de magnificencia

porque el presente que tanto me gusta

tiene del pasado la parte más bella.

Y quizás sea por eso

que me cautiva sin querer;

pues pasó de ser deseo

a algo que nunca quisiera perder.

Puentes a ninguna parte

Entra el mago en la sala

de los crueles espejismos,

un lugar donde se relatan

los sueños que no serán vividos.

Avanza hasta el centro 

para descubrir un salón

donde son los espejos

el reflejo del interno temor.

Comienza a mirar al primero

y ve una niña con una carpeta

que se desvanece al momento

dejando en el suelo una huella.

Mira al siguiente y observa

a dos chicos que se despiden,

y lentamente su presencia

en el ambiente no persiste.

Otro más, aquí ve a una chica

que canta ante una multitud

que calla ante su melodía

que se desvanece en el cielo azul.

Sigue la secuencia de instantes

encerrados en los espejos,

con personas de tiempos distantes,

con personas que una vez fueron.

En una de ellas el mago consigue

verse sujetando un puente

que une dos mundos que persisten

esperando del otro la muerte.

Se ve en otro espejo otro puente

completamente destruido

es el pasado que no vuelve

y que no lleva a ningún sitio.

Siguen los espejos y el mago

se percata de que al empezar,

espejos no había tantos,

luego algo acababa de pasar.

Se dio cuenta justo antes

de llegar a un espejo

que guardaba la imagen

de su entrada en este juego.

Vio que la secuencia se hizo

infinita, pues no hay dolor

que supere al de ver lo vivido

que nunca jamás se vivió.

Debería haberlo sabido

que el pasado es aberrante,

siendo eterno su castigo,

siendo solo puentes a ninguna parte.

Versos cortos, sueños mágicos y amor verdadero

Vuelo,
sin rumbo fijo.
Camino,
sueño.

Siento
no quererte
suficiente.
Lo lamento.

Sonrío,
por estar al lado
no equivocado
contigo.

Vuelo
por quererte,
pero suficiente
no lo veo.

Merecer
la pena, el dolor,
por tu amor
tener.

Despertarme
con la apatía
de un día
sin tus mensajes.

Difícil es
amar de verdad,
y peor es rimar
así como lo ves.

No obstante,
por ti estas cosas,
son tan preciosas
como abrazarte.

Vuelo
entre tus brazos,
soy feliz a tu lado,
te quiero.

La alegría
se hizo contante
gracias a encontrarte
en mi vida.

¿Qué decir
cuando sobra todo?
Que soy feliz solo
estando junto a ti.