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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

lunes, 11 de mayo de 2015

Guiadme a casa I

El mundo sigue cambiando, y yo con él
y me deslizo a merced de las agujas del reloj
en un tobogán por las hojas del calendario,
en suspiro de que otro año pasó.

No encuentro forma de continuar así,
con un astilloso deseo de futuro incierto,
que no me calma, porque nunca llega
y, aún llegando, solo trae más tormento.

Por eso ahora, que el futuro
es el temible presente,
quiero recordar lo que pueda
y dejar mis deseos conscientes.

Que si algún día me hago mayor
y olvido lo que era saber vivir,
por favor, llevadme a casa otra vez
a reencontrarme con lo que una vez fui.

Que si esta tiene que ser mi despedida,
solo diré que le estoy tremendamente agradecido,
por todo lo que luchó por nosotros,
por todo lo que sufrió conmigo.

Que si mi último aliento se evapora lejos de ella,
que me perdone por morir sin la cortesía
de poderme despedir correctamente,
sin decirle una última vez que la quería.

Que si me desmorono y caigo en las tinieblas
que todo pase como otra cosa más,
ya hice mi parte, todo terminó aquí
todo queda atrás ante mi marchar.

Que si me baten los vientos del infortunio,
no temeré por la fuerza que un día me diste,
esa fuerza que concebí cada día
con cada vez que me sonreíste.

Guiadme a casa ese día, que no me queden
más fuerzas que las de dejarme morir,
que vuelvan a guardarme sus brazos,
donde el mundo parece siempre un bello confín.

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