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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

domingo, 21 de marzo de 2021

Memoria para futuros inciertos

Como el azul del cielo
y la suave caricia del viento
acompañándote en una tarde de primavera.
Como un sueño que anticipa
el comienzo de un hermoso día
o de varios hermosos meses.
Como la primera vez que sientes 
que una canción te cambia la vida.
Como la primera vez que entiendes la muerte...

Como un instante que se hace infinito:
un primer beso detenido,
un orgasmo en suspensión,
o una bala abriendote la nuca.
Como la última chispa de razón
antes de ser sumido en un océano de locura
en el que poco a poco te hundes.
Como la primera victoria
y la primera derrota 
que te dejan cicatriz.

Como el último abrazo 
que diste sin miedo a que fuera el último.
Como ver los colores por primera vez.
Como el nombre y el dia que juraste no olvidar,
como los sueños que hace años te llamaban
y ahora solo te consumen. 
Como ver amanecer tras una noche larga,
como el primer día de verano en el colegio
o el último día de exámenes en la universidad. 
Como el truco de magia que jamás entendiste
o la lección que nunca aprendiste
o la que nunca podrás enseñar.

Como la primera noche de insomnio 
o la primera vez que miras absorto
en tus pensamientos el mundo
tras el cristal de un tren.
Como los amigos que no van a volver
sumidos en los confines más profundos 
de la añoranza y la pena,
líneas con correspondencia
a la línea del olvido.

Hace un rato me preguntaba
cómo hacerte un poema que representara
todo lo que representas para mí
y que fuera algo que jamas olvidara
y que tú siempre recordaras,
fuera cual fuera nuestro porvenir.
Y creo que las ideas están claras:
eres belleza y armonía,
eres vulnerabilidad,
eres ilusión, eres relatividad
haciendo que mi vida sea en verso
sin que el verso sea sobre lo que verso.
Eres mi sol, mi luna y mis estrellas,
mi guía en las noches y en las tormentas.
Eres el mejor de los hechizos
que jamás hube conjurado.
Y ojalá nunca quede en tu olvido
este poema con el que trato
de dejar por siempre por escrito
lo mucho que te amo.

sábado, 13 de marzo de 2021

Setecientos días

Hace setecientos días de nuestro primer día 
y no me imaginaba que las cosas serian
tal y como han acabado siendo.
No esperé jamás una pandemia,
ni Madrid cubierta de nieve y hielo,
ni tampoco sentir una felicidad tan intensa
como la que ahora contigo siento.

Recuerdo aquellos días previos a aquel beso:
los primeros días de infinitos paseos,
los primeros platos que compartimos,
las primeras frases de aquella canción...
Recuerdo encuadrarte en mis algoritmos
y vernos como una buena solución. 
Ahora esos números ya no los necesito...

Recuerdo estar parte del tiempo aterrado:
el miedo de que me hicieras daño,
el miedo de que no me correspondieras
o el miedo de ser el veneno
que tu infinita bondad jamás mereciera.
Qué suerte que todos mis miedos
volaran en bellos días de primavera.

Muchas cosas han crecido desde entonces:
tus palabras hacen que me sonroje
y las mías te dejan totalmente muda.
Por suerte hay cosas que no cambian
como que tu sonrisa aun me engatusa
y que siempre tengo las palabras exactas 
para reírnos de esta vida y de sus locuras.

Y las cosas seguramente sigan cambiando,
pero espero que siempre sea respetando
los detalles que no deberían cambiar nunca:
como nuestra devoción por los museos
o la timidez inicial con la que se juntan 
nuestros labios antes de un gran beso,
ese "te quiero" que jamás se pronuncia.

Van setecientos días, aunque a veces parece
que llevamos toda la vida con la suerte
de contar con el otro para no dejar de soñar.
Tantas aventuras vividas y las que nos quedan,
tantos sueños que encerrar en poemas 
y que algún día me harán recordar
que una vida contigo fue una vida perfecta.

miércoles, 3 de marzo de 2021

Manifiesto de resiliencia

Veo en ti la decadencia del paso de los años:
tu pelo con cada vez más claros,
tu tripa llena de falsas promesas
de regímenes que nunca llegan.

Veo en ti de lo que el mundo es capaz:
oigo a los falsos reyes masticar
tu espíritu quebrado de tanta lucha
en la que no hubo piedad alguna.

Veo en ti las peores decisiones que tomé:
veo cuando otros tomaron el poder
y cuando dejaste que el orden de tus cosas
fuera un pasatiempo para otras personas.

Veo en ti todo lo que desprecio:
la desesperanza, las dudas y el miedo.
Las voces nunca estuvieron solo en tu cabeza,
mas siempre la tuya es la que más resuena.

Veo en ti todo lo que no quise ser
y todo lo que ahora soy al parecer.
Veo en ti, extraño reflejo,
un presente que no augura nada bueno.

Veo en mí demasiados problemas,
pero ya no voy a olvidar las metas
que una vez logré alcanzar
ni todas las veces que me pude levantar.

Me muero, danzo hacia la decadencia,
pero no lo haré con obediencia,
ni con resignación, ni con el odio visceral
que sintiera hacia mí tiempo atrás.

Que si hace cosa de dos años
me amé con mi autorretrato,
ahora toca dictar con coherencia
mi manifiesto de resiliencia.