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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

sábado, 26 de diciembre de 2020

Me acordé de vivir

De tanto correr por la vida sin freno
me acordé que la vida se vive sin tormento.
De tanto estar tan ligado a tus sueños
me acordé de vivir
solo en este momento.

De tanto andar en mundos inciertos
viviendo de préstamo en mundos perfectos
te he escrito ya más de un millón de versos
y ya no soy como ayer
ahora sé lo que siento.
Me acordé de vivir.

De tanto balancearme en tu sonrisa
tengo restos de ella todos los días,
de todas las canciones compartidas
gané, sin querer,
lo mejor de mi vida.

De tanto tomar tus manos tan frías,
llené de frescura todas mis fantasías.
De tanto esperar, falseando poesías,
hoy me toca amar,
yo que antes sufría.
Me acordé de vivir.

De tanto correr por ganar tiempo al tiempo,
o intentando salvar pasados imperfectos,
de tanto luchar guerras que se perdieron
de repente te vi
y todo empezó de cero.

De tantas tardes compartiendo secretos,
de tantas comidas con postres perfectos,
de todas las veces que morí con tus besos,
ya no soy como ayer,
ahora sé lo que siento.

Porque gracias a ti,
me acordé de vivir.

sábado, 12 de diciembre de 2020

Olvido incontrolable

Ahora que todos los veranos murieron,
añoro aún más la vida sencilla.
El miedo a caer un día muerto
es menor cundo tienes más tiempos
y la certeza infantil de que la vida
solo acaba para empezar de nuevo.
Ahora, que me siento un poco más muerto,
y una parte de mí se perdió en el camino,
puede que me tambalee en el olvido
perdiendo cosas que tanto quiero.

Ahora que estoy preso
y de mis paredes cargado
no sueño con otros estados
sino con otros pasados
que poco a poco se me escapan.
Se me olvidan las cosas malas
que una vez me amargaron,
se me olvidan las tardes de veranos
que nunca jamás volverán.

Se me olvidan las voces
de aquellos que tanto añoro.
Se me olvidó de dónde
saqué el mote "ardillita".
Se me olvidó esa alegría
de descubrir canciones nuevas.
Se me olvidan las caras buenas
mientras me quedan sonrisas
que aún me atormentan,
sobre todo con tanta cuarentena.

Se me han olvidado los logros,
las cosas buenas que me dijeron,
pero sigo sin olvidar los pensamientos
que hicieron del dos mil dieciocho
un año de muchos tormentos.
No me olvido de los monstruos
de algunas de mis pesadillas,
y algunos extraños días,
ellos de mí tampoco.

Se me ha olvidado lo que es vivir
sin tener miedo al colapso inmediato.
Se me ha olvidado cómo callar al desengaño,
fingir que no tengo a nadie calado.
Me sé ya las partidas de memoria
y se me está olvidando el ser apasionado,
para que así no me saquen más gotas
a base de golpes y malos tratos.

Conozco mis desdichas de sobra,
menosprecio mis pocos triunfos,
y me olvido poco a poco de minutos
para ser honestamente feliz.
Me acecharán siempre sombras,
y mi cabeza, cada vez en menos mundos,
no sabrá ni querrá salir.
Vivir es una carrera de fondo,
y a mí me faltan ya fuerzas.
Quizás demasiados sueños rotos,
quizás rompí las lentes correctas,
quizás sea este año de locos
y tan solo necesite olvidar este poema.