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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

domingo, 10 de febrero de 2019

Archipiélago del tiempo

Los recuerdos tienen dos caras siempre:
uno es la cara objetiva de lo que viviste
y la otra es una lente distorsionada.
Ambas caras siempre se contradicen
en una lucha funesta en un presente
intranquilo y que nunca aporta nada.
Una vez, por ejemplo, quise ir al cine,
pero mis amigos cambiaron el plan
tanto que fue un absoluto desastre,
pero la lente nostálgica ahora dice
que fue un día de gloria ya pasada
y que nunca jamás se repetirá.

Recuerdo también que siendo más joven
me sentía muchos días aún más solo,
resguardado en mis mundos de fantasía.
Recuerdo no tener nunca buenos hombros
en los que apoyarme cuando las noches
se prolongaban a veces durante el día.
Pero recuerdo, sin embargo, ser feliz
en mi nube tormentosa de recuerdos
y encontrar un refugio en la oscuridad
que ahora suele quitarme el sueño,
porque me creo que por no dormir
el tiempo ya perdido podrá regresar.

He sido el niño que jugaba como tal,
pero poco a poco los niños eran otros
pero yo no quería dejar de divertirme.
Ahora esos niños no juegan tampoco
y siguen caminos que yo pude tomar,
mientras oyen a otros niños reírse.
Antes no entendía la maldad, y ahora
no entiendo que le pasa a este mundo,
mi genio se marchita poco a poco.
Ahora me miran con odio nauseabundo
los adultos que todo lo controlan.
mientras veo un reino de puentes rotos.

Y es que, en un recoveco de mi mente,
no hay palacios fantásticos de memoria,
ni palacios de memorias fantásticas.
Tan solo hay una isla que se queda sola
y un archipiélago de pasados que mueren
culpa de varias irresolubles problemáticas.
Isla descubierta, isla que muere olvidada,
Mientras mi isla central solo encuentra
que cada vez queda menos espacio
para llorar puentes que ya no conectan,
para unirse a islas aún inexploradas
para que el archipiélago haya terminado.

Tú, que eres pura belleza y distorsión,
que desdoblas la realidad hasta lograr
que sea capaz de esbozar una sonrisa
¿Bailaras conmigo en la isla central
hasta que tengamos que decir adiós
a la última de todas las islas de mi vida?
¿O serás tú la última isla que caiga,
un puente que solo la muerte derribe,
y que cumpla mi deseo de trascendencia?
Tú que en ninfa del agua te convertiste
sin que mis recuerdos me traicionaran,
¿acaso tienes tú mi ansiada respuesta?

 Pues empiezo a pensar, muy a mi pesar,
que nunca hubo pregunta alguna
y, por tanto, jamás una respuesta tendré.
Que mi vida es solo mía y mi fortuna
radica en que me puedas acompañar
saltando al mañana desde el ayer.
Fotos viejas, viejos recuerdos y poemas,
canciones que saben solo a antaño
y tardes que jamás serán repetidas.
Todo tiempo pasa para ser olvidado,
encuentras nuevas islas y nuevas metas,
pero el archipiélago siempre se termina.

Y, casi sin quererlo, ni meditarlo,
tu isla desaparece en el vasto océano.
Se sueltan para siempre nuestras manos
te conviertes en otra isla del archipiélago.

martes, 5 de febrero de 2019

Riovizima

A veces  pienso en mi vida
como si fuera una célula.
Pienso en una zona finita
que es mi entorno
y cuyo borde sin duda sería
una bicapa lipídica.

Pienso en los componentes
que conforman mi ser,
que veo como si fuesen
orgánulos cuyas funciones
hacen que aún sueñe
o sienta algo que duele.

Pienso a veces en un centro,
un núcleo celular,
imponente y circunspecto,
que busca que sobreviva
a base de cumplir sueños
sin morir en el intento.

Pero, a veces, en mis ideas;
se cuelan cuestiones
de mayor trascendencia,
como el origen de la vida
y la célula primigenia
que nadie sabe cómo era.

Muchos dicen que el todo
era un ARN muy hábil,
el cual, para nuestro asombro,
guardaba información
y consumía del entorno
nutrientes con carbono.

Y muchas veces pienso,
quizás hasta demasiado,
y me doy cuenta de lo necio
que soy queriendo llenar
mi vida, cuando ya tengo
lo esencial para vivir pleno.

Porque pienso en esta poesía,
y a la vez pienso en ti.
Ambas sois pura biología
y sin ambas no puedo vivir.
Eres ese ARN de la célula primitiva,
eres en mi vida la mejor ribozima.