El regreso a Praga

La aventura termina haciendo

que recuerde esta semana perfecta

donde tres buenos amigos hicieron

que este año valiera la pena.

Una vieja conocida que volví

a conocer y visitar en una botella

de Kofola o en el lejano fin

de un Trdelnik para la merienda.

Paseos de película. momentos

que han sido muy emotivos,

ver a algún entrenador Pokémon

y muchas frases de Los Simpsons.

Una torre Eiffel rota y risas,

un Pretzel solo hallado en la cuenta,

un autobús que en las audioguías

metía publicidad con sutileza.

Y las noches siempre pertenecieron

a una felicidad imborrable,

los abrazos de oso se sustituyeron

por cosas más propias de marsupiales.

Bromas, vistas perfectas aun con nubes

jugar al Uno y robar muchas cartas,

historias oscuras con gente sin luces,

siete días que no cambiaría por nada.

Y vaya equipo somos estando juntos:

el Gran Mentor y la Edelweiss negra,

si sumas la ninfa a tal conjunto

el mago encuentra la compañía perfecta.

Y muchos me preguntarán sin cesar

si mi felicidad tiene algún secreto:

ese es mi secreto, capitán,

siempre tengo amigos como ellos.

Enésima derrota

La última batalla contra mis demonios
no ha comenzado aún.
Sigo bajo el yugo de viejos tiempos
que me atormentan
y me matan cada día por dentro.

Recuerdos corruptos, espejismos
de lo que estábamos.
Pues nunca seremos, ni fuimos
pues la esencia
es fruto de la constancia que no tuvimos.

Dueños irreales de ningún corazón,
hombres de hojalata
con moral que es absoluta ficción,
hacen que la caja torácica
cierre a la espera de su demolición.

Y busco entre las dispersadas cenizas
algo de cordura.
Pero un corazón convertido en ruinas
poca solución
tiene además de hacer tristes poesías.

Cantos de auxilio para socorrer
a quien su redención
fin alguno no le pudo ofrecer.
Noche blanca
con lágrimas por doquier.

El tornado es más imperfecto
y gira más rápido.
Nadie puede ser señor del tiempo,
solo se puede
alargar la historia hasta morir de viejo.

Tormento,miedo, melancolía,
resentimiento,
odio y ausencia de alegría.
Mucho me temo
que perdí todo en esta poesía.

Memorias de aquel verano

Tres años hicieron ayer
del fin de un suspiro
del prólogo al infinito
obtenido sin saber
por seguir por instinto
la magia del querer.

Tres años. La brecha
entre el gran enigma
y la gran respuesta.
Cambiarme la vida
no pareció ser problema
para tu bella sonrisa.

Tres años, todos llenos
de razones de sonreír.
Llenos de momentos,
todos primeros para mí.
Llenos de muchos besos
por las calles de Madrid.

Tres años con la llama
de dos corazones bravos
que no dudan si se aman,
que no se sienten distanciados.
Que aún quedan palabras
para dar este cuento por terminado.

Tres años que demuestran
que olvide la vida anterior
a la llegada de tu esencia,
esa que me trajo el amor;
y que no hay lugar en la Tierra
que sin ti sea mejor.

Memorias de un verano
eterno que llegó a su fin.
Memorias de tres años,
que viví siendo feliz.
El prólogo de una vida enamorado
que quiero tener junto a ti.