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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

sábado, 25 de enero de 2014

¡Feliz cumpleaños!

Hace no demasiados meses
pensé que este mundo,
este pequeño habitáculo,
era un paraíso en suspensión
a la espera de la desgracia futura.
En cierto modo, tenía razón.
Pero a la vez me equivoqué.

Sonará melodramático pero sabes,
o deberías saber a estas alturas,
que ser feliz antes me causó amargura
por el miedo a bajar la guardia,
perder el control y caer herido
contra una tierra que ya no es blanda
de la que hace años que escapo.

Me he reprimido, me he moldeado
a los placeres de malas personas
me he derretido por hediondas bocas
llenas para mí de mala fortuna.
No nos engañemos, también cometí errores,
pero siempre me pudo demasiado la culpa
fuera posible y logrado o no el enmiendo.

La vida de nadie es fácil, pero a veces
siguiendo la voz que tenemos dentro
encuentras la última rima de los versos
que jamás sabías terminar.
Las estrofas casan, los poemas resuenan
a un amor que a los quince podía soñar
pero que a los veintidós vi imposible
y justo fue cuando lo descubrí.

Pasé de creerme las mentiras
de que era una persona horrible,
para poco a poco convertirme
en la mejor versión de mí mismo.
El pecho dejó de doler, Madrid
volvía a estar viva y los suspiros
dejaron de simbolizar mi acopio de fuerza.

Me vi seducido por tu sonrisa,
por tu música, por tus ideas
por los rincones de otras eras
a los que tú diste un nuevo contexto.
Las coincidencias más bonitas del mundo,
cuatro tardes perfectas, dieron un beso
que te hizo la culpable de mi felicidad.

Y han pasado los meses y disfrutamos
de otro más de nuestros paseos.
Vamos tranquilos y sin el miedo
de tener que responder ante nada,
pero sabiendo que cualquier pregunta
jamás será rechazada.
Confío, confías,
e incluso en las fotos,
a veces me pierdo en tu sonrisa.

Gracias por las tardes juntos.
Gracias por enseñarme que el cariño
es algo que oscila entre el bullicio
y el silencio de dos personas
que pueden compartirse y respetarse.
Gracias porque el nunca sobra
en un implícito y perpetuo siempre
con el que me voy contigo al fin del mundo.

Siempre habrá preguntas.
¿En qué punto estamos?
¿En qué mundo estamos?
Da igual la respuesta:
Avigduil y Madrid serán ambos
lugares donde jamás me parezca
que tú puedes faltar.

Siempre habrá preguntas
y poco a poco subiré la apuesta.
No me imagino mañana siquiera,
pero me moriría de amor sabiendo
que las próximas mil mañanas
fueran contigo llamándome cielo.
Y no te miento si te aseguro
que desearía un inmenso futuro
de esa realidad bañada con tu dulzura.

Siempre habrá caricias,
siempre habrá besos y regalos.
Puede que haya algún enfado,
pero seguro que lo arreglaremos.
Lo que más deseo en este mundo
es seguir escribiendo versos
en los que te diga que te amo.

Siempre quedarán tardes mágicas
y siempre valdrás muchísimo la pena.
Por eso, escribir este poema,
probablemente lo mejor que puedo hacer,
sea tan importante para mí 
en estos momentos de voluble placer.
Eres mi mejor amiga y la guardiana
de mis sonrisas y mis secretos.
Por eso siempre serán tuyos
los mejores de mis deseos:
feliz cumpleaños, Laura.
Gracias por ser lo mejor de este mundo.

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