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Vivero de poemas de toda una vida y de las de aquellos que pasaron cerca. Libre de prosa desde el 2012. Antiguamente, Poesías de una Noche de Verano

viernes, 14 de febrero de 2025

Paradójica infinitud

De pequeño miraba siempre las estrellas
y pensaba en los confines del universo
y en cómo los exploraría.
Todo parecía tan grande y yo tan pequeño.
Sonaba tan emocionante...

Los años pasaron y el universo, 
en constante expansión,
se hizo demasiado inmenso.
La Tierra se hizo espacio suficiente,
cambié mi Apolo 20 por un Renault Megane
y los exoplanetas por la eterna fidelidad
de la Luna que jamás vi desde mi ventana,
pero que siempre estaba ahí.
'El mundo es un pañuelo" dicen y yo lo quise guardar en mi bolsillo.

Y los años pasan y el entendimiento
te hace reduccionista en términos de metas.
"Ya solo en Europa no me da la vida",
"Quizás toda España sea suficiente",
"Todo Madrid no suena tan mal".
Acabé diciendo con gran resignación
de conocer una ciudad al dedillo
y desconocerla en su cambiante naturaleza.

Y entonces te conocí a ti
y me sumergí en tus brazos
y me sentí pequeño en tu inmensidad
y tomé tu mano e hicimos de Madrid
un universo lleno de detalles
que se me pasaron por alto en mi frustración.
Tus besos fueron todo mi mundo,
tus lunares se volvieron mi firmamento
y tu luna y esos dos luceros
se hicieron mi centro de gravedad permanente
en el que orbitar la vida entera
en el que hacer hermosos poemas
de tu paradójica infinitud.

jueves, 6 de febrero de 2025

Cuartos

Tu cuarto.
Mi cuarto. 
Tu cuarto con mi primer regalo.
Mi cuarto con tu primer regalo.
Tu cuarto con decenas de regalos.
Mi cuarto con el mismo primero…

Nuestro cuarto.
Nuestro cuarto con nuestras cosas.
Los años pasan...
Mi cuarto con nuestras cosas y contigo.
Tu cuarto con nuestras cosas y conmigo.
Mi cuarto con nuestras cosas,
tu cuarto contigo.
Mi cuarto.
Tu cuarto, donde sea que esté,
con quien sea que estás.

lunes, 30 de diciembre de 2024

Mis viejos poemas sobre ti

Repaso mis viejos poemas sobre ti.
Han pasado muchas vidas,
pero sigo recitándote
en salas medio llenas
donde solo cabes tú en mis pupilas.

Repaso verso a verso cada suspiro
en el que estallaba cada tarde
al soltar tu mano
hasta la cita siguiente.
Repaso, sintiendo calor en mis labios...

Me adoro en mi bendita inocencia,
pero desprecio la lisonja de tu recuerdo.
Vales demasiado
para vivir en ese lapso interapocalíptico
en el que comenzaron nuestros besos.

A cada año que pasa, la verdad eterna
vuelve a mí a decirme
que este será mi año,
que este será mí mejor libro
y que por fin entendí el amor.
Es mentira, pero sé al menos
que eres poesía viva
y que mis mejores versos
y los más sentidos te quieros
nunca me dejarán de brotar.

Repaso mis viejos poemas sobre ti:
me gustan cada día menos,
me gustas cada día mas.
Así que seguiré recitándote 
en salas medio llenas
donde solo quepas tú en mis pupilas.
Ojalá, con un poco de suerte, 
sea así toda la vida.

Figs

Me duermo en tu regazo
sentados bajo una higuera.
El sol de verano, una suave brisa
y tus manos danzando
por mí rostro mientras cantas.

El amor no tiene mucho de higo.
La madurez no trae dulzura al amor,
sino compromiso,
y muchas veces notas amargas.
Pero aquí estamos, sentados bajo la higuera
y me cantas una hermosa canción.

Dices que habla de pena y desamor,
pero oigo a duras penas la letra.
El brillo de tus ojos sintoniza al mundo
en un lenguaje de amor muy singular
del cual llevo años sin poder zafarme.

Los años pasan, los lugares cambian
y tú sigues invitando a mi cabeza
a apoyarse en tu regazo
mientras cantas esa canción de la higuera.
Esa canción que tan solo soñamos,
esa que no teníamos claro de qué iba,
esa que aún no memorizamos la letra
pero que compartiremos toda la vida.